Por: Roberto Morejón
Jóvenes cubanos inician jornadas de gran utilidad en el tórrido verano al lanzar una mirada más exhaustiva, que debe soslayar el paternalismo y ópticas triunfalistas, sobre los barrios menos favorecidos, donde deben vislumbrar sinsabores, aciertos, desesperanzas, carencias y hasta indisciplinas.
Cerca de 3 mil alumnos de la enseñanza universitaria en Cuba previamente entrenados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y otras instituciones, pulsarán la realidad de más de 300 barrios vulnerables.
Su labor será vital para precisar dificultades en asentamientos a veces poco organizados, que si bien tienen garantías de servicios básicos como salud y educación, acogen actitudes ciudadanas desiguales.
En sus entretelones hurgarán con respeto, altruismo y sagacidad jóvenes estudiantes de especialidades humanísticas y jurídicas, en un muestreo que a su vez servirá para la transmisión de valores.
Hablar de decoro, honestidad, decencia, respeto a los adultos mayores, servicio a la comunidad y a la Patria y afán de superación en instrucción general, escuelas de oficios y en el arte y la literatura, son encomiendas de los brigadistas.
La iniciativa, a cargo de la Unión de Jóvenes Comunistas, se entronca con el interés de Cuba de establecer un puente más sólido o incluso tenderlo donde No lo hay, para auscultar incidencias.
Para muchos está fresca la noción de la gran labor desplegada en sectores del casco histórico de La Habana por la Oficina del Historiador, encabezada hasta su fallecimiento por el insigne intelectual Eusebio Leal.
NO se descarta que los jóvenes universitarios reciban lamentos sobre la gestión de funcionarios que al asumir tareas con rutina desoyeron quejas.
Pero ante esos y otros percances NO podrán desplegarse al unísono en el archipiélago porque Cuba aplica rigurosas medidas higiénico-sanitarias por la Covid-19.
Sin embargo, con sumo cuidado los encargados de la tarea sondearán el terreno.
Y conversarán mucho porque si bien NO tienen la encomienda de cubrir limitaciones materiales pues carecen de los recursos y les asignaron otras funciones, deben servir como eslabones en la cadena para la atención más rápida, siempre que sea posible, de inquietudes ciudadanas.