Por: María Josefina Arce
Las críticas a los carabineros ha sido una constante del panorama político de Chile, dado su largo historial de violaciones de los derechos humanos y que durante el estallido social de octubre de 2019 se volvió a poner de manifiesto, al ejercer una fuerte represión contra los chilenos.
El excesivo empleo de la fuerza por los agentes policiales, que el gobierno del presidente Sebastián Piñera intentó minimizar, provocó decenas de muertos, cientos de personas con daños oculares, unas dos mil detenciones arbitrarias, torturas y abusos sexuales.
Los excesos cometidos y declaraciones de funcionarios negando los hechos generaron una fuerte reacción. Parlamentarios señalaron que tal parecía que había que dar las gracias a carabineros por no salir a matar a los chilenos, sino que solo mutilaran sus ojos, disparararan a la cabeza bombas de gas lacrimógeno, torturaran o cometieran abusos sexuales.
Ganó intensidad entonces, el viejo reclamo de una reforma de ese cuerpo del orden, una demanda que ha tenido en cuenta la Comisión sobre derechos humanos de la Convención Constituyente, instalada este año tras el plebiscito popular del 2020 para la redacción de una nueva Carta Magna.
Este fin de semana la entidad sancionó la moción de una reforma de ese cuerpo, que propone su sustitución por otra entidad que cumpla con la función policíal, pero manejada por civiles y no por el ejército. Miembros de la comisión calificaron de histórica la sugerencia que llama al irrestricto respeto de los derechos humanos.
Ahora la propuesta, junto a otras, deberá ser examinada por la Comisión de Reglamento que posteriormente la enviará al pleno de la Convención Constituyente para su votación, precisa la agencia multinacional Telesur.
Sin embargo, de inmediato la sugerencia fue cuestionada por funcionarios del gobierno de Piñera. El subsecretario del Interior Juan Francisco Galli alegó que resulta contradictoria la moción pues la seguridad es una preocupación de la ciudadanía, obviando que nunca los carabineros protegieron a los chilenos durante las protestas, sino que los agredieron y reprimieron violentamente, imágenes que recorrieron el mundo.
Para el funcionario entonces, la solución es continuar fortaleciendo esa institución y aumentar el número de sus efectivos en las calles.
Olvida el funcionario que el cuestionado accionar de carabineros es una vieja herida de la sociedad chilena. Ese cuerpo policíal está vinculado a la sangrienta dictadura militar del general Augusto Pinochet y en los últimos tiempos además, ha protagonizado casos de corrupción y fraude fiscal.
El impune accionar de los carabineros es una continuidad de la represión ejercida durante los casi 17 años de dictadura. Los tanques y carros lanza agua que salieron a las calles en 2019 rememoraron aquella triste y oscura época que dejó decenas de miles de víctimas.
Los chilenos quieren un nuevo país, que deje atrás la herencia pinochetista y Carabineros es una de ellas.