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Por María Josefina Arce
En los últimos meses Cuba ha adoptado una serie de medidas encaminadas a reactivar y dinamizar la economía, ante las difíciles condiciones impuestas a nivel internacional por la COVID 19, agravadas para nuestro país por el reforzamiento del bloqueo que desde hace casi seis décadas mantiene Estados Unidos.
Como resultado están teniendo profundas transformaciones en la agricultura en busca de maximizar la producción de alimentos, una prioridad de las autoridades para garantizar la seguridad alimentaria de cada ciudadano, un derecho refrendado en la Constitución.
Una de las metas es también reducir las importaciones que todavía representan grandes erogaciones de divisas para el país, y aumentar las exportaciones con el fin de generar ganancias que no solo se pueden destinar al desarrollo de esa rama, sino a otros sectores vitales para el bienestar de la sociedad.
En ese camino se inscriben los Polos Productivos Agropecuarios y Forestales, que precisamente están llamados a aumentar la producción de alimentos para la población, pero también a abastecer a la industria y al turismo, uno de los motores impulsores de la economía.
Esta nueva figura puede estar integrada por empresas, cooperativas, productores individuales, instituciones de ciencia y universidades, entidades estás últimas que mucho pueden aportar con la introducción de nuevas tecnologías y distintas maneras de hacer y ver la agricultura.
En una primera etapa se trabaja en la constitución de 64 polos, entre ellos 4 para cosechar arroz y granos, tres frutales, cinco cafetaleros y de cacao y ocho madereros, se conoció en el programa televisivo Mesa Redonda.
Aún cuando un Polo tenga una línea fundamental de cultivos, puede incursionar en otros renglones, lo cual, señalan las autoridades, favorece a esa zona donde está ubicado y a sus trabajadores al contar con autoconsumo.
Frank Castañeda Santalla, director de la Organización Superior de Desarrollo Empresarial Agricola, afirmó que este nuevo sistema facilita concentrar los recursos en los lugares más productivos, utilizar con mayor eficiencia la maquinaria y las tecnologías.
Un elemento también importante es que su conformación en una determinada área geográfica redundará en el mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores de esa zona y las aledañas, al ser fuente de trabajo y de desarrollo local.
La creación de estos polos es una de las 106 medidas aprobadas por el gobierno cubano para fortalecer al sector agropecuario y a la empresa estatal socialista, sujeto principal de nuestro modelo económico.
Grandes potencialidades tiene este sistema para propiciar el desarrollo económico y social de las comunidades y en general del país y avanzar en el mejoramiento de las condiciones de vida de los cubanos.