Peligro a la vista

Editado por Martha Ríos
2021-10-21 00:18:26

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Foto: El Comercio Perú

Por Guillermo Alvarado (RHC)

El partido español de extrema derecha Vox tiene una marcada obsesión por América Latina y el Caribe donde está tratando, no se sabe si por iniciativa propia o por encargo, de influir en los procesos electorales dándole oxígeno y espacio a políticos con ideas semejantes a las suyas.

Para ello se armó de un documento pomposamente llamado “Carta de Madrid”, quizás pensando en el antiguo régimen colonial cuando las ideas y normativas venían en barco desde esa ciudad, sede del poder monárquico.

En dicho papel, Vox crea un marco geográfico para ejercer su influencia, la “Iberoesfera”, un concepto inexistente que abarcaría España, Portugal y nuestra región, lo que viene a demostrar que aún no han comprendido del todo que somos independientes y soberanos hace dos siglos como promedio.

Ese partido, creado por Santiago Abascal, que militó toda su vida con José María Aznar, logró este año que varios políticos latinoamericanos firmaran la dichosa carta, que los compromete a combatir a pecho y espada el comunismo y el socialismo en nombre de la empresa privada.

No siempre le fue bien, pues en México logró comprometer al Partido Acción Nacional, pero la reacción airada de muchos militantes, quizás asustados por las posiciones racistas y xenófobas de Abascal, obligó al coordinador del PAN, Julen Rementería a declarar que fue una iniciativa a título personal.

En Brasil, Vox se siente como en casa gracias al actual gobierno y su excelente relación con Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, quien a su vez está íntimamente ligado a Steve Bannon, ¿lo recuerdan?, aquel amigo de Donald Trump que quiso unir a toda la extrema derecha europea.

Vean ustedes cómo los caminos comienzan a coincidir. En febrero de 2020 Abascal hizo un viaje a Estados Unidos y se reunió con entidades del partido de Trump, entre ellas la Fundación Heritage, el Instituto Republicano Internacional, y la Unión Conservadora Estadounidense.

A su regreso creo en España su propio “tanque pensante” nombrado Disenso, cuyo financiamiento es por ahora un misterio, con el que organiza eventos para dar la palabra a sus aliados latinoamericanos.

En uno de los últimos participó el ultraderechista chileno José Antonio Kast, ahora en el segundo lugar de los sondeos para los comicios presidenciales del 21 de noviembre, cuyo auge preocupa a no pocos en ese hermano país.

Lo hizo también el extremista argentino Jorge Milei, cuyo partido “La libertad avanza” logró en las primarias recientes el 13,6 por ciento en la ciudad de Buenos Aires y 7,41 a nivel nacional, resultados para nada despreciables.

Volveré sobre el tema, amigos.   Hasta entonces.       



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