Foto tomada de El Comercio Perú
Por Guillermo Alvarado (RHC)
La Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió que la región Europa de esa entidad se encuentra ya bajo los efectos de la cuarta ola de contagios de Covid-19, debido en particular a deficiencias en el proceso de vacunación y el relajamiento de las medidas sanitarias.
El número de casos nuevos viene aumentando desde hace seis semanas consecutivas, en tanto el de fallecidos crece hace siete semanas y las hospitalizaciones vinculadas al virus prácticamente se duplicaron en días recientes, advirtieron autoridades del ramo.
La zona Europa de la OMS está formada por 53 países, algunos de los cuales en realidad están fuera de ese continente, como Israel, Turquía, Uzbekistán y otros del Asia central, pero por razones de tipo administrativo se les incluye en esa área.
Hans Kluge, director de esa oficina regional dijo que lamentablemente están de nuevo en el epicentro de la pandemia, con indicadores muy preocupantes en Alemania donde en una semana hubo 19 mil 700 casos, algo que no se veía desde el mes de abril.
Ese país está en una situación muy complicada, con un gobierno provisional dirigido por la canciller federal Angela Merkel, porque aún no hay un nuevo ejecutivo después de las elecciones legislativas de septiembre.
Merkel lamentó el elevado número de personas mayores de 60 años que no están vacunadas, en un país donde inexplicablemente la campaña contra la inmunización ha sido muy fuerte.
Rusia también está viviendo días muy difíciles debido al incremento de contagios y fallecidos. En siete días ese país registró más de 8 mil 160 muertos y en la vecina Ucrania la cifra en igual período fue de 3 mil 800.
Debido a la saturación de los hospitales el jueves último en Reino Unido se aprobó el uso de un medicamento en comprimidos de un laboratorio estadounidense, que podría mejorar la salud de los enfermos.
El director de OMS-Europa afirmó que de seguir el rumbo actual, esa zona podría sufrir otro medio millón de muertos de aquí a febrero de 2022, y llamó a reconsiderar el uso obligatorio de mascarillas en todos los países, así como retomar las medidas de higiene y distanciamiento social.
Es una muestra más de que el virus todavía no ha desaparecido, sólo está bajo control en determinados lugares, pero se mantiene como una amenaza para toda la humanidad que por ahora no está haciendo lo suficiente para combatirlo, sobre todo en materia de vacunación.