En Honduras, muchos aspiran a conseguir un cambio de rumbo y avanzar hacia un futuro mejor.
Foto: Prensa Latina
Por Guillermo Alvarado (RHC)
Alrededor de 5,2 millones de ciudadanos hondureños están convocados a las urnas este domingo 28 de noviembre para elegir presidente, diputados y alcaldes en unos comicios que podrían ser la oportunidad de cambiar el rumbo del país, el más pobre del istmo centroamericano.
Los sondeos sitúan como favorita entre los 14 aspirantes a la primera magistratura a Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya Rosales, quien fue depuesto por un golpe de Estado perpetrado por el alto mando del ejército en 2009.
Precisamente, ese cuartelazo se marca como el inicio de las calamidades que azotan a Honduras, entre ellas el marcado incremento del desempleo y la pobreza, la corrupción administrativa, el narcotráfico y la violencia ejercida por las pandillas juveniles y el crimen organizado.
Estadísticas del sector empresarial ubican en un millón la cifra de personas sin trabajo y en millón y medio a los que buscan insertarse en el sector informal de la economía, números elevados para un país con 9,5 millones de habitantes.
El programa de Xiomara Castro, de 62 años y propuesta por el Partido Libertad y Refundación, gira precisamente en la búsqueda de soluciones a estos graves problemas.
En segundo lugar de los sondeos está Nasry Asfura, del conservador Partido Nacional, actualmente en el gobierno, quien de ganar continuará la misma línea de Juan Orlando Hernández, o sea una administración al servicio de los sectores económicos más poderosos y las transnacionales.
Hernández termina su segundo período en medio de un gran desprestigio y no faltan quienes lo vinculan con el narcotráfico, actividad por la cual un hermano suyo está preso en Estados Unidos.
El tercero y último en contar con posibilidades reales de ganar las elecciones es el empresario Yani Rosenthal, del Partido Liberal, quien estuvo tres años en una cárcel estadounidense por el delito de lavado de dinero.
Debido a la crítica situación en que vive la mayoría de la población, Honduras es en la actualidad el principal emisor de migrantes indocumentados hacia el norte, hombres, mujeres y niños, y quien quiera que gane los comicios tendrá que buscarle una solución a ese fenómeno.
No existe en ese país la segunda vuelta electoral, por lo que obtendrá la presidencia el que logre más votos a su favor este domingo.
Este proceso ha estado marcado por la violencia y hasta hoy se contabilizan 31 asesinatos vinculados con los comicios, la cifra más alta en la historia de
Honduras donde muchos aspiran a conseguir un cambio de rumbo y avanzar hacia un futuro mejor.
