Gerardo, Ramón, Fernando, Antonio y René volvieron a la Patria, como lo predijo el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
Foto: Archivo/RHC

Por María Josefina Arce (RHC)

Intensa fue la batalla de Cuba. Años de denunciar la injusticia cometida contra cinco de sus hijos, detenidos en septiembre de 1998 en Estados Unidos por proteger al pueblo cubano de las acciones terroristas perpetradas por organizaciones radicadas en la Florida, fundamentalmente en la ciudad de Miami.

Casi tres MIL 500 muertos y más de dos MIL discapacitados es el saldo de estos actos, organizados, financiados y ejecutados desde suelo estadounidense, bajo la mirada cómplice de Washington.

Cuba recuerda el 17 de diciembre de 2014, cuando como parte de un acuerdo humanitario entre Estados Unidos y Cuba, son liberados Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. Anteriormente habían recobrado la libertad René González y Fernando González, tras cumplir sus respectivas condenas.

Los Cinco Héroes, como se les conoce en el mundo, fueron sometidos en territorio estadounidense a un amañado juicio y sentenciados a largas condenas, que superaban incluso, dos cadenas perpetuas, acusados sin pruebas de ser espías que ponían en peligro la seguridad de Estados Unidos.

Fueron  encarcelados en prisiones de máxima seguridad en distintos estados, sometidos a confinamiento en solitario en celdas de castigo por periodos de 17 meses  e incomunicados de sus familiares.

Todas esas arbitrariedades no lograron socavar sus convicciones, la fe en su pueblo y en el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), que no descansaron en la lucha por devolverlos al seno de su Patria.

Fue una batalla que rebasó nuestras fronteras. Durante más de una década unas dos MIL organizaciones de 154 naciones se unieron al reclamo de Cuba a favor de la liberación de los cinco luchadores antiterroristas.

Múltiples fueron las acciones desarrolladas  a lo largo de los años, como el Coloquio Internacional por la Liberación de los Cinco y contra el Terrorismo, que de 2005 a 2014 tuvo como escenario a la oriental ciudad de Holguín, y a La Habana, en su última edición.

Cientos de personas amantes de la paz y la verdad asistieron a estos encuentros desde todas partes del mundo.

En el propio suelo estadounidense se conformó el Comité Nacional por la liberación de los Cinco, que para sensibilizar sobre el caso a la opinión pública estadounidense convocó a diversas acciones como manifestaciones, conversatorios y  recogida de firmas, entre otras.

Asimismo, Premios Nobel de la Paz demandaron en una carta al Fiscal General de Estados Unidos la liberación de Gerardo, René, Antonio, Fernando y Ramón.

El caso de los  luchadores antiterroristas cubanos unió una vez más al mundo alrededor de Cuba y, evidenció nuevamente el doble rasero de Estados Unidos, que mientras condenaba injustamente a los cinco jóvenes daba refugio a connotados criminales como Luis Posada Carriles, autor de numerosos actos violentos contra el pueblo cubano.