Díaz-Canel (D) recibió a Arce en La Habana. Foto: @PresidenciaCuba
Por María Josefina Arce
Cuba y Bolivia se reencontraron esta semana en La Habana como hermanos. Quedó de manifiesto el interés de ambos países de retomar con fuerza las relaciones bilaterales, luego de un periodo marcado por el golpe de Estado de 2019 en la nación suramericana.
La visita a territorio cubano del presidente boliviano, Luis Arce, se inscribe en la disposición de trabajar unidos por potenciar la cooperación en beneficio de los dos pueblos.
Así lo manifestó el mandatario boliviano, quien también participó en la capital cubana en la XX Cumbre de jefes de Estado y de gobierno del ALBA-TCP, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos.
"Creo que es una muy buena oportunidad para poder estrechar nuevamente nuestros vínculos y nuevamente exponerle al pueblo cubano nuestra disposición para ayudar", señaló Arce.
Ya los cubanos conocen el espíritu solidario del nuevo gobierno de Bolivia. Insumos médicos y alimentos llegaron desde la nación suramericana en momentos complejos por la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano.
Durante su visita, el dignatario, quien asumió la presidencia en noviembre del pasado año, mantuvo fraternales encuentros con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, el primer ministro Manuel Marrero y otros importantes funcionarios del país caribeño.
En los encuentros, calificados de fructíferos, se acordó trabajar en diversos temas como la industria farmacéutica y la biotecnología, entre otros.
La cooperación entre los dos pueblos entró en una etapa superior con la llegada en 2006 al poder del MAS, Movimiento al Socialismo, que concedió una gran importancia a sus nexos con Cuba. Múltiples fueron las ramas en las que se materializó la colaboración, que se tradujo en beneficios para los ciudadanos de los dos pueblos.
Personal sanitario cubano estuvo junto a los bolivianos en lo más intrincado de esa geografía, ayudando a materializar la voluntad del gobierno del MAS de llevar la salud a todos, en especial a las familias más humildes.
En la educación fue decisivo el aporte de la Mayor de las Antillas para lograr que Bolivia fuera declarada en 2008 Territorio Libre de Analfabetismo por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Cuba y Bolivia vuelven a marchar unidas por la senda del respeto, la confianza y la hermandad. Retoman esa solidaridad y humanismo que ha caracterizado sus relaciones bajo el mandato del MAS en la nación suramericana y el empeño de trabajar por sus pueblos y por toda América Latina y el Caribe.
