La agencia de noticias Bloomberg afirmó falsamente el viernes por la noche que Rusia había invadido Ucrania. Imagen / es.detv.us
Por Guillermo Alvarado
Mucha repercusión ha provocado un aparente fallo de la empresa de informaciones Bloomberg, que durante más de 30 minutos mantuvo en su portada digital, aparentemente por error, un titular donde anunciaba que Rusia comenzó una invasión militar contra Ucrania.
El caso ocurrió el viernes reciente y durante el fin de semana algunos especialistas se han dedicado a analizarlo, porque se trata de un asunto grave en momentos en que hay mucha tensión entre Estados Unidos y sus aliados europeos con Moscú, a quien tratan de pintar como “el malo” de esta historia.
Las explicaciones que dio la empresa concernida confirman que hay una campaña a nivel mundial acerca de la inminencia de un ataque ruso, a pesar de que el gobierno de ese país ha negado, una y otra vez, que se esté manejando tal opción.
Bloomberg dijo que “preparamos titulares para muchos escenarios” y que ese en cuestión se publicó “inadvertidamente”.
Estamos hablando de un conglomerado que cuenta con más de dos mil 400 periodistas en 150 oficinas que cubren casi todo el mundo y se ufana de poseer 325 mil suscriptores, entre ellos grandes magnates de las finanzas e industria, que toman decisiones de impacto global.
La corporación la fundó en 1981 Michael Bloomberg, quien fue alcalde de Nueva York entre 2002 y 2013, y se especializa en proveer análisis, informes, noticias y otros servicios en tiempo real para la gran banca internacional, las bolsas de valores y empresas similares.
Resulta un tanto incomprensible que un conglomerado de ese tamaño, cuyo producto depende en gran medida de la confianza que despierte en sus consumidores, se permita cometer ese error en un tema que podría significar el principio de una nueva guerra mundial.
Más increíble es que mantengan el titular durante más de 30 minutos sin que absolutamente nadie se percate, aun siendo la noticia más explosiva del día.
Por eso me inclino por otra hipótesis, que más allá de un error fue un ensayo bien meditado para medir, entre otras cosas, el impacto mundial de la nota y las reacciones sobre todo en el sensible sector financiero donde el estornudo de un magnate puede hacer bajar el precio de las acciones.
Fíjense en el detalle de que la supuesta pifia de Bloomberg ocurrió el mismo día en que Vladimir Putin llegó a China, donde asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y se reunió con su homólogo Xi Jinping, con el propósito de fortalecer las relaciones y la cooperación mutua.
Demasiadas coincidencias para que todo sea casualidad.