Por María Josefina Arce

En tiempos de pandemia Cuba ha contado con el inapreciable apoyo de Unicef, Fondo de la ONU para la Infancia, que desde la década del sesenta del siglo pasado acompaña el trabajo de la nación caribeña a favor del bienestar y desarrollo integral de sus niños y jóvenes.

Activo ha sido el respaldo a las autoridades sanitarias cubanas en su enfrentamiento a la COVID 19 de la agencia de la ONU, que se ha materializado con la donación de insumos médicos, ante las limitaciones  impuestas por el reforzamiento del bloqueo norteamericano en medio de la emergencia sanitaria mundial.

Destaca la entrega de concentradores de oxígeno de uso pediátrico, módulos  de higiene personal, mascarillas y equipos de protección para más de 12 mil profesionales de la salud.

Unicef apoya a la Mayor de las Antillas desde que en 1962 se iniciaron en el país las campañas de vacunación  contra diversas dolencias. Ahora ante la presencia de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus no ha sido distinto. El organismo donó suministros para el fortalecimiento de la cadena de frío, necesaria para la conservación de las vacunas desarrolladas por nuestros científicos. 

La entrega de jeringuillas también vino a respaldar el proceso que se desarrolla exitosamente y que se extiende a las edades pediátricas. De hecho Cuba se convirtió en la primera nación del mundo en desarrollar una campaña de inmunización entre sus niños y jóvenes, por demás, con insumos propios de probada eficacia y seguridad. 

Pero UNICEF también brindó su ayuda a la estrategia cubana de mantener, aunque a distancia en un primer momento, el aprendizaje de los más  jóvenes y, posteriormente el retorno a las aulas, tras el mejoramiento de la situación epidemiológica a lo largo y ancho del territorio nacional. 

Es así que facilitó  termómetros digitales y material sanitario y de higiene para evitar un rebrote de la COVID 19 en los distintos centros educativos del archipiélago cubano.

Asimismo, junto a la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana puso en marcha la iniciativa "Vivir la adolescencia en tiempos de COVID 19", para promover entornos seguros de ese grupo etario en  situación  de aislamiento social. 

Profesores de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona" participaron en ese proyecto,  que posibilitó intercambiar experiencias y sugerencias de formas de emplear el tiempo del confinamiento en la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades.

Larga y fructífera es la historia de colaboración entre Cuba y Unicef, que ha apoyado el Programa Nacional Materno-Infantil, del Médico y Enfermera de la Comunidad y la iniciativa "Educa a tu hijo", diseñado  por las autoridades para promover vías no formales de educación a niños de las primeras edades que no asisten a instituciones infantiles. 

La agencia de la ONU reconoce la voluntad política del gobierno de garantizar los derechos humanos de sus niños y jóvenes,  mientras que el estado caribeño por su parte, ha expresado en reiteradas ocasiones su agradecimiento al acompañamiento de UNICEF a lo largo de todas estas décadas.

Cuba y el Fondo de la ONU para la Infancia están interesados en seguir trabajando unidos por la salud, educación,  protección y bienestar de niños y adolescentes cubanos, una prioridad de la Revolución.