Médico cubano en Lombardía.
Por María Josefina Arce.
En marzo de 2020 la primera brigada médica cubana llegaba a Italia para ayudar en el enfrentamiento de la COVID 19. Se abría así una nueva página en la larga relación entre ambos pueblos, que en el sector de la salud ha ido ampliando sus horizontes.
El país europeo atravesaba en esos momentos una difícil situación epidemiológica, ante el avance de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Conocedora de la tradición solidaria de la Mayor de las Antillas y de la alta preparación de sus profesionales, la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba recomendó solicitar su ayuda, pedido al que se sumaron más organizaciones y personas de distintos sectores.
A Lombardia, en esa fecha epicentro de la pandemia en el estado europeo, fueron destinados los trabajadores cubanos de la salud, que dejaron una huella indeleble en esa región, y fueron despedidos como héroes y sobre todo amigos.
Igual agradecimiento y muestras de respeto y admiración recibieron los médicos y enfermeras de la segunda brigada que trabajó en suelo italiano, y que fue destinada a la ciudad de Turín, en el Piamonte.
Como expresara el presidente Miguel Díaz Canel los médicos cubanos que laboraron en el país del viejo continente representaron la victoria de la vida sobre la muerte y de la solidaridad sobre el egoísmo.
Ahora la cooperación sanitaria sigue fortaleciéndose en aras del beneficio de los dos pueblos. La vacuna cubana Soberana Plus contra la COVID 19 es objeto de un estudio clínico observacional.
El Instituto cubano Finlay de Vacunas y el Hospital Amedeo Di Savoia, de Turín, intervienen en el ensayo dirigido a comprobar su eficacia como dosis de refuerzo en personas vacunadas con alguno de los inmunógenos autorizados en Italia, o en convalecientes de la enfermedad.
Con ese fin los participantes en la investigación aportaron muestras de sangre para su análisis en instituciones cubanas, procedimiento repetido 28 días después en el Laboratorio de Microbiología y Virología del centro hospitalario italiano.
Estrecha y transparente ha sido la colaboración bilateral, que los expertos italianos han calificado además, de muy instructiva y estimulante por los resultados obtenidos hasta el momento.
Las vacunas cubanas, con las que exitosamente se protege a los cubanos, han mostrado su alta eficacia y seguridad. Han sido aplicadas igualmente a la población pediátrica, que no presentó ninguna reacción adversa grave.
Cuba e Italia han comenzado a transitar por un nuevo y fructífero camino, en su larga relación de amistad, que aportará en beneficio de los dos pueblos.