Nacimiento de la República, una “independencia” degradada por el Artículo III de la Enmienda Platt, que dio a EEUU el derecho a intervenir en Cuba.
Por María Josefina Arce.
Solo aquellos que tienen o apoyan pretensiones imperialistas sobre Cuba ven un motivo para celebrar el 20 de mayo como el día de nuestra independencia. Manipulan la historia, tergiversan la verdad de esa fecha y agravian a nuestros próceres independentistas, a quienes dedicaron su vida por la verdadera libertad y soberanía de nuestra tierra.
Hace 120 años se ponía fin a la intervención militar estadounidense, y sí se izaba nuestra enseña nacional, se estrenaba gobierno y Constitución, pero nacía una República mediatizada, una neocolonia.
El destino del país estaría determinado por otra nación: Estados Unidos, sobre la cual había alertado, precisamente, José Martí. El Héroe Nacional supo ver la amenaza que representaban para Cuba y el resto de América las ansias hegemonistas del naciente imperialismo.
Ese día fue pisoteada nuestra independencia y soberanía, como a lo largo de la historia ha hecho Estados Unidos contra otros pueblos para defender sus intereses y sus pretensiones colonizadores.
Destacados estudiosos como el ya fallecido Eusebio Leal, quien durante muchos años fuera el Historiador de La Habana, han afirmado que aquella República no era hija legítima de la revolución, sino su aborto.
Cuidadosamente Washington había trazado el camino. En 1898 con la guerra contra la Metrópoli española casi ganada por los cubanos, intervino en la contienda, con el pretexto de la voladura del acorazado Maine en el Puerto de La Habana.
Se sucedería el Tratado de París que decretaba el fin del colonialismo español y de cuyas negociaciones fueron oportunamente apartados los cubanos, quienes durante 30 años habían regado con su sangre nuestros campos.
Después vendrían cuatro años de intervención militar estadounidense, durante los cuales se realizaron elecciones y vió la luz una nueva Constitución, a la que se le introdujo un apéndice que reafirmaba el dominio colonial estadounidense: la Enmienda Platt impuesta bajo la amenaza de que era la única vía para el cese de la ocupación militar.
Sus artículos, recordemos, establecieron el derecho de la vecina nación a intervenir militarmente en Cuba cuando lo considerara pertinente. Además, obligaba al arrendamiento de terrenos para estaciones navales norteamericanas y carboneras, que dió lugar a la base naval de Guantánamo, en el oriente cubano, y que aún hoy permanece en contra de la voluntad del pueblo y gobierno de la Mayor de las Antillas.
El 20 de mayo ha sido históricamente empleado por las sucesivas administraciones estadounidenses para acciones hostiles y ofensivas contra el pueblo cubano. Ese día de 1985 salía al aire la mal llamada Radio Martí, encaminada a desinformar y falsear la realidad de la Mayor de las Antillas.
Recordemos también el 20 de mayo de 2004, cuando el entonces presidente norteamericano George W. Bush anunció su Plan para la anexión de Cuba, que en otro intento por acabar con la revolución preveía un bloqueo económico cada vez más riguroso, el aumento del financiamiento y el apoyo material a los grupúsculos mercenarios internos y una creciente campaña de propaganda y desinformación.
Para los que aman y defienden a Cuba, y que aprenden del pasado para entender nuestro presente y forjar el futuro, la verdadera independencia y soberanía llegaría con el triunfo revolucionario del Primero de enero de 1959.
A partir de ese día es que comenzó a materializarse aquella República con todos y para el bien de todos con la que soñó y luchó Martí y muchos otros dignos cubanos a lo largo de los años.