Luces aún entre sombras

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2022-06-02 07:51:03

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El gobierno venezolano maneja cautelosamente los indicadores, dado el acecho de Washington y de la oposición extremista, en la búsqueda del cambio de régimen.

Por: Roberto Morejón

Sin dejar atrás las persistentes sanciones de Estados Unidos, la economía de Venezuela ofrece señales esperanzadoras, admiten medios de prensa en Occidente.

El gobierno venezolano maneja cautelosamente los indicadores, dado el acecho de Washington y de la oposición extremista, en la búsqueda del cambio de régimen.

Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro destacó el crecimiento de la economía en el primer trimestre del año en curso, noticia que calificó de alentadora.

De acuerdo con expresiones del Primer Mandatario en redes sociales, varios indicadores muestran mejoría, entre ellos el sistema cambiario, la inflación y el crédito bancario.

Fuentes de prensa asocian las señales, todavía  parciales, a informes de la OPEP, Organización de Países Exportadores de Petróleo, en los que se habla del aumento de la producción de crudo de Venezuela  en el primer trimestre.

Analistas recordaron que el precio del barril se incrementó en el mercado internacional por los coletazos de la Covid-19 y la guerra en Ucrania.

Ahora bien, las señales sobre vestigios de reanimación de la economía venezolana acogidas en ciertas fuentes de prensa soslayan las causas del deterioro.

En esos ámbitos le otorgan poco peso a las restricciones estadounidenses, como si fuera un espejismo su impacto brutal en la infraestructura y producción del hidrocarburo, principal recurso exportable del país sudamericano.

Claro, el objetivo es atribuir el declive del Producto Interno Bruto y la hiperinflación sufridos en los últimos años a lo que califican esas plataformas de insuficiencias del gobierno.

Pero el cerco No podrá ser velado totalmente, aunque comience a hablarse de un clima más propicio para los negocios y del retorno de miles de venezolanos, emigrados a causa del deterioro del nivel vida.

El propio Jefe de Estado dijo a principios de año que su país había cerrado el ciclo de hiperinflación, ilustrado ahora en la baja en los precios de algunos productos, principalmente alimentos.

En ese contexto sería un error el exceso de optimismo porque el camino hacia la recuperación se presenta demasiado largo y preñado de obstáculos.

Persiste el conflicto político y grupos retrógrados siguen promoviendo el declive interno y el sabotaje, como ha ocurrido con acciones enfiladas contra el sistema electroenérgético.

La guerra externa no ha concluido, pero sí parece agrietarse la tesis pérfida de que Venezuela no podría ver la luz al final del túnel.



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