Asamblea Nacional francesa
Por: Guillermo Alvarado
Finalizada la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, el gobierno del presidente Emmanuel Macron corre el grave peligro de perder la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, lo que hará mucho más difícil sacar adelante su programa de trabajo de corte liberal.
Según los datos publicados por el ministerio del Interior, órgano rector de los comicios en ese país europeo, la coalición gubernamental denominada “Juntos” alcanzó el domingo reciente el 25,7 por ciento de los sufragios y la alianza progresista de Jean-Luc Mélenchon, llegó a 25,6 puntos.
Eso quiere decir que el próximo 19 de junio ambas organizaciones tendrán que pelear codo a codo para alcanzar el máximo número posible de diputados, en una jornada donde nadie tiene nada garantizado, pero el mayor riesgo lo corre el actual ejecutivo.
Por primera vez en 25 años la izquierda superó sus diferencias y de esta manera comunistas, socialistas y grupos defensores del medio ambiente se unieron a la Francia Insumisa de Mélenchon para formar la Nueva Unión Popular Ecológica y Social.
En la segunda y decisiva ronda tendrán candidatos en 500 de las 577 circunscripciones, lo que permite augurar un buen resultado.
Si consiguen la mayoría absoluta, de 289 curules, el presidente Macron no tendrá más remedio que nombrar primer ministro a Mélenchon y aceptar lo que se ha dado en llamar un gobierno de cohabitación.
Para el jefe de Estado la situación es compleja, porque si bien es cierto que en abril pasado consiguió ser reelecto con una cómoda ventaja y conservar su puesto en el Palacio del Elíseo, no todos los que asistieron a sufragar por él son sus seguidores.
En la práctica muchos ciudadanos franceses lo que hicieron fue evitar que triunfara la ultraderechista Marine Le Pen, quien a pesar de haber moderado un tanto su discurso, mantiene una ideología xenófoba y racista. Para muchos era más fácil votar por Macron, aún sin apoyar su programa.
Esa circunstancia ya no existe en las legislativas, donde Le Pen quedó bastante por debajo y podría aspirar, cuando mucho a unos 40 diputados, cifra superior a los ocho que tiene en la actualidad.
La importancia de estos comicios radica en la singularidad del sistema parlamentario francés, donde la Asamblea Nacional, o Cámara de Diputados, tiene a su cargo la aprobación última de las leyes, a diferencia de otros lugares donde ese poder le pertenece al Senado.
Será una intensa jornada que podría impulsar nuevos vientos para la izquierda en la patria de Víctor Hugo y, quizás, extenderse por Europa.