Por: Guillermo Alvarado
Europa occidental registró el mes de junio más caluroso desde que se comenzaron a llevar registros de temperatura, pero esas marcas podrían volverse viejas este fin de semana cuando se prevé que los termómetros marquen niveles nunca antes vistos.
Varios gobiernos están elaborando planes para enfrentar lo que podría ser una verdadera emergencia nacional que pondría en peligro la vida de personas vulnerables, como ancianos, niños o pacientes con enfermedades crónicas, además de trastocar el transporte terrestre o aéreo.
En Reino Unido las autoridades advirtieron que por primera vez en la historia entre hoy y mañana podría subir la temperatura hasta los 40 grados centígrados, lo que llevó a emitir una alerta en varios lugares con la advertencia de un potencial riesgo de muerte.
Una situación similar se prevé en Francia, donde desde el martes entró una masa de calor intenso, que podría durar por lo menos entre ocho y diez días con sus peores efectos a partir de hoy, 16 de julio.
El servicio Météo-France dijo que en el suroeste del país, que también está afectado por varios incendios forestales, se podría llegar hasta los 39 grados centígrados.
También Italia declaró el estado de emergencia en cinco regiones y hay mucha preocupación por la situación en la zona norte, donde se sufre de una intensa sequía desde hace varias semanas.
Y como ocurre casi siempre, junto al calor viene el fuego, que está destruyendo extensas zonas boscosas desde Portugal hasta Grecia.
A lo largo de la semana las llamas calcinaron miles de hectáreas y las previsiones meteorológicas son preocupantes, porque todo indica que la ola de calor va a continuar.
Météo-France explicó que el fenómeno se debe a una cúpula de calor que se instaló sobre territorio de Marruecos, en el norte de África y se extendió hacia el oeste.
“Esta cúpula actúa como una tapa que atrapa el aire caliente. Poco a poco se comprime, y esta compresión provoca físicamente un aumento de la temperatura “, explicó Sébastien Léas, del servicio francés del clima.
Se trata de nuevas muestras de cómo el calentamiento global, causado por la actividad del ser humano, está provocando problemas cada vez más extremos, que nos acercan indefectiblemente a un punto de no retorno, que lamentablemente no está demasiado lejos.