Por María Josefina Arce.
En los mensajes de solidaridad a Cuba por la situación creada en la ciudad de Matanzas, a raíz del incendio de grandes proporciones en la base de supertanqueros, destaca un viejo reclamo: el fin del bloqueo norteamericano contra el pueblo cubano.
Organizaciones, grupos de amistad y personalidades han subrayado que es hora de que se levante el cerco económico, que aseguran causa un grave daño humanitario a los habitantes de la Mayor de las Antillas.
Recuerdan además, que aún en medio de la emergencia sanitaria mundial por la COVID 19, el gobierno del entonces presidente Donald Trump recrudeció el bloqueo, que obstaculizó todavía más la adquisición de insumos para enfrentar el virus, lo que podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Y la realidad es que están vigentes las más de 200 medidas coercitivas impuestas por Trump, y aunque la actual administración del presidente Joe Biden adoptó ciertas disposiciones, calificadas de positivas por las autoridades cubanas, son aún insuficientes pues se mantiene el cerco económico.
En ese sentido se pronunció en las últimas horas la Asociación de Amistad Australia-Cuba, que reconoció el ofrecimiento por Estados Unidos de asistencia técnica ante el siniestro en Matanzas, pero reiteró su pedido de que se ponga fin a la hostil política, que durante seis décadas ha representado un impedimento para el desarrollo socioeconómico de la nación antillana.
En el propio territorio estadounidense, dónde han sido incontables las muestras de aliento y deseos de ayudar, intelectuales, politicos, artistas y otras personalidades pidieron a Biden el fin de las medidas coercitivas contra los cubanos, quienes en estos días han enfrentado una difícil y dolorosa situación.
En una carta, los firmantes subrayaron que "a pesar de las palabras de condolencias y la oferta de asesoramiento técnico, el gobierno de Estados Unidos ha hecho muy poco para ayudar al pueblo de Cuba en su momento de mayor necesidad."
Insisten en que es un imperativo levantar todas las sanciones que impiden que Cuba, directa o indirectamente, reciba ayuda médica, humanitaria y ambiental y asistencia financiera y de otro tipo de organizaciones estadounidenses y otras naciones.
Lo cierto es que el levantamiento del genocida bloqueo norteamericano es un reclamo unánime de la comunidad internacional. Año tras año desde 1992 la Asamblea General de la ONU se pronuncia contra la unilateral medida, bajo la cual ha nacido más del 70% de la población cubana.
La salud, investigaciones científicas, educación y alimentación son algunas de las esferas que se ven seriamente afectadas por el bloqueo, que en sesenta años ha causado pérdidas que superan los 147 MIL 853 millones de dólares.
El mundo siempre ha acompañado a Cuba en su lucha a favor del levantamiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, y ahora con fuerza pide que se le ponga fin para que el archipiélago pueda no solo destinar los recursos necesarios para la recuperación tras el lamentable suceso de Matanzas, sino para seguir adelante con su proyecto de vida.