Por María Josefina Arce.

Amenazas, agresiones y hostigamiento no han podido detener la solidaridad con Cuba, el acompañamiento Internacional a su lucha por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que impuesto por Estados Unidos desde hace sesenta años atenta contra la vida de los cubanos.

En las últimas horas en ciudades de todo el mundo se volvieron a movilizar amigos, organizaciones de solidaridad y personas amantes de la paz y la justicia para decir basta a una genocida medida, que obstaculiza el desarrollo socioeconómico de la nación caribeña.

La nueva Caravana mundial contra el cerco económico a la Mayor de las Antillas se desarrolló en urbes de Europa, América Latina y Estados Unidos , especialmente en la propia Miami, refugio de la ultraderecha de origen cubano y desde donde se han fraguado incontables acciones criminales contra el pueblo cubano.

El último fin de semana de cada mes se realiza esta iniciativa del proyecto humanitario Puentes de Amor, objeto de intimidaciones e incluso, de amenazas de muerte contra su promotor, el veterano de guerra y profesor cubanoamericano Carlos Lazo.

Claro y fuerte se escucha en estas jornadas el reclamo al presidente Joe Biden del fin del bloqueo contra Cuba, mantenido por las sucesivas administraciones estadounidenses y recrudecido en medio de la emergencia sanitaria mundial por la COVID 19 por el entonces inquilino de la Casa Blanca Donald Trump.

Y aunque en mayo pasado Biden adoptó una serie de disposiciones en materia de visas, migración regular, viajes y remesas, calificadas de positivas por el gobierno cubano, son insuficientes, pues mantienen la esencia del bloqueo.

Ni siquiera en lo más crudo de la pandemia se paralizaron las acciones de condena al cerco económico, el más prolongado que se haya aplicado contra nación alguna. Si bien hubo cierto impasse en concentraciones y actos para evitar la propagación del virus, se desarrollaron otras iniciativas que permitieron mantener vivo el reclamo.

Las redes sociales se convirtieron en un instrumento para dar a conocer al mundo la verdad sobre la unilateral medida, que afecta esferas tan sensibles como la salud, educación y alimentación.

Ahora el mundo volvió a expresar su rechazo a una hostil política, que condena en la ONU cada año desde 1992 y desde otras tribunas internacionales. Un repudio que ha sido ignorado por Washington, en una actitud arrogante y despreciativa.

Este 28 de agosto volvió a quedar claro, como afirmara el activista cubanoamericano Carlos Lazo,  que " quienes aman y fundan son más que los que odian y deshacen". Se volvió a demostrar que ninguna intimidación, ni amenaza detendrá el reclamo mundial de que se ponga fin al criminal, ilegal e inmoral bloqueo contra Cuba.