Cubadebate
Por María Josefina Arce
Por trigésima ocasión la Asamblea General de la ONU condenó el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, que atenta contra los derechos humanos de todo un pueblo y ha provocado en sesenta años pérdidas al país por valor de más de 154 MIL millones de dólares.
En la sede de la ONU, en la ciudad estadounidense de Nueva York, se volvió a vivir una jornada historica cuando 185 países votaron a favor del proyecto de resolución presentado por Cuba sobre la necesidad de poner fin al genocida cerco, un acto de guerra en tiempos de paz.
En su intervención el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que en 2019 el gobierno del entonces presidente Donald Trump escaló el cerco económico a una dimensión más cruel e inhumana.
La nueva victoria cubana evidenció una vez más el aislamiento de Estados Unidos, apoyado como ya es tradicional por su socio incondicional, Israel, mientras que Ucrania y Brasil se abstuvieron.
Antes de la votación se escuchó en las dos jornadas la voz de numerosas naciones en contra de una política que impacta en la cotidianidad de cada familia cubana, en cada sector de la economía e impide el avance del país.
También se pronunciaron contra el bloqueo organizaciones como la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el Movimiento de Países NO Alineados, la Comunidad del Caribe y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental, entre otras.
Desde todos los continentes se repudió la unilateral medida, recrudecida incluso durante la emergencia sanitaria mundial por la COVID 19 y que la actual administración estadounidense mantiene, a pesar de las promesas de campaña del presidente Joe Biden de una revisión de esa fallida política.
Al respecto el jefe de la diplomacia cubana precisó que en solo siete meses, de agosto de 2021 a febrero de 2022, ocasionó pérdidas de casi cuatro MIL millones de dólares.
Un bloqueo que además, se mantiene a pesar de que una mayoría de los estadounidenses y de la comunidad cubana en el norteño país está a favor de su levantamiento y de la normalización de las relaciones bilaterales, que tanto puede aportar en beneficio de los dos pueblos.
Los oradores repudiaron igualmente el carácter extraterritorial de esta hostil política, que obstaculiza los nexos comerciales con otras naciones y desestimula la inversión extranjera en territorio cubano.
En contraposición a esta postura de Washington destacaron la vocación solidaria de Cuba, que a lo largo de décadas ha prestado su ayuda en diversas esferas, fundamentalmente en la salud y la educación, a numerosos pueblos del mundo, y que se volvió a poner de manifiesto durante la pandemia de la COVID 19, con el envío de 57 brigadas médicas a 40 estados.
Asimismo expresaron su oposición a la inclusión de Cuba en la unilateral lista de Estados Unidos de naciones que considera patrocinan el terrorismo.
La condena en la ONU estuvo precedida por numerosas muestras de apoyo a Cuba en todo el mundo. La más reciente tuvo lugar el pasado fin de semana precisamente, en Nueva York, protagonizada por miembros de más de un centenar de organizaciones que defienden el derecho de la Mayor de las Antillas a vivir sin bloqueo.
Ha sido un año de intensa solidaridad con Cuba. A finales de cada mes se desarrollaron caravanas en diversas ciudades del mundo, al tiempo que se efectuaron otras múltiples actividades para sensibilizar al mundo sobre los daños del bloqueo tanto económicos, como humanos.
Desde 1992 el mundo ha dicho basta al cerco económico, comercial y financiero, que constituye una violación del derecho internacional y que por su propósito de rendir por hambre y enfermedades al pueblo cubano y su andamiaje político, legal y administrativo califica como un acto de genocidio.
