Foto / La Gaceta
Por: Roberto Morejón
Una reunión de ultraconservadores desbocados, proclives a mostrar públicamente sus odios, fue organizada bajo la pantalla de
Realizada en México, la tertulia congregó a un selecto club de personajes con tendencias o ejecutoria racista, xenófoba, anti-inmigrante y adversarios acérrimos de la izquierda, a la que califican de enemiga.
Por esa razón cuenta entre sus protectores con el estadounidense Partido Republicano y el considerado como su adalid, el expresidente Donald Trump.
No por casualidad entre los que dirigieron mensajes a la reunión en México de forma presencial o por videoconferencia figuró Steve Bannon, la única persona entre los allegados a Trump juzgada por negarse a cooperar con un comité legislativo, a cargo de la investigación del ataque al Capitolio en 2021.
No quisieron perderse el representativo cónclave de rampantes ultraconservadores el senador Ted Cruz, acreditado anti-inmigrante, y el expresidente polaco Lech Walesa, viejo halcón ahora buscando pagos porque sus bolsillos están vacíos.
Otros de los connotados invitados a la reunión en México de la estadounidense Conferencia Política de Acción Conservadora fueron un nieto del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo; Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño derrotado en las urnas, Jair Bolsonaro; y los recalcitrantes Santiago Abascal, de España, José Antonio Kast, de Chile, y Javier Milei, de Argentina.
Los complotados buscan alternativas porque en su criterio la izquierda amenaza su libertad y están turbados por las victorias de políticos progresistas en países de América Latina.
Opuestos al derecho al aborto, a la ampliación de las prerrogativas femeninas y a la igualdad de género, los confabulados bajo el paraguas de la intolerancia se solazan en su ideología supremacista.
Como expresara una declaración de la institución cultural cubana Casa de las Américas, deben unirse voces para denunciar lo que llamó ofensiva fascista.
Recordemos que el discurso de los mencionados fanáticos de derecha se une al poder económico de varios de ellos y a sus nexos con la prensa hegemónica, de ahí la validez de la denuncia de grupos sociales sobre la conjura montada en la reunión de esta semana.