Reanudan curso escolar todas las enseñanzas
por Roberto Morejón
Cuba inició esta semana el curso escolar en la educación general en la etapa 2022-2023, con el objetivo de sostener su tradicional calidad en la instrucción y concluir la reorganización de las clases presenciales, interrumpidas durante la pandemia por la Covid-19.
El año lectivo anterior, correspondiente a 2021-2022, había empezado en marzo, fecha inusual, a causa de la situación sanitaria por el SARS-Cov-2, y llegó a su fin recientemente.
Ahora el nuevo curso comenzó con una matrícula de más de 1 millón 700 mil alumnos en más de 10 mil 900 instituciones, un grupo de ellas en condiciones materiales complejas, aunque se impulsan reparaciones.
Hasta el momento el Ministerio de Educación logró remozar más de mil escuelas y trabaja en 551, incluso en Pinar del Río, la provincia cubana más castigada por el paso del huracán Ian.
También se afrontan dificultades para el aprovisionamiento de uniformes a algunos escolares, pero el país recurre a variantes que incluso apelan a la industria deportiva para la confección del vestuario.
Igualmente el Ministerio de Educación vela por la atención, junto a otras instituciones y las comunidades, de los jóvenes sin estudiar o trabajar, a pesar de contar con las oportunidades en la enseñanza.
La Ministra del ramo, Ena Elsa Velázquez, resaltó la alta responsabilidad de los educadores en la prevención y el enfrentamiento a las indisciplinas e ilegalidades.
Con esa mira y la supervisión de la destreza de más de 250 mil maestros y profesores, marcha el año lectivo 2022-2023, sin renunciar al tercer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación y atentos ante las dificultades del presente.
Directivos de escuelas y docentes deben aplicar cambios en horarios ante el déficit de generación de electricidad en el país, como consecuencia, entre otras razones, del impacto del bloqueo estadounidense.
Por el asedio del Norte, el Ministerio de Educación sufre percances, al serle imposible importar todos los insumos requeridos para apoyar la impartición de conocimientos en las aulas.
Pero a esos y a otros contratiempos se les dan respuestas, pues prima el empeño por no afectar la calidad en la instrucción.
Corresponde a alumnos, educadores, directivos y familiares cuidar los planteles y la base material de estudio entregada.
La enseñanza en Cuba sigue guiada por los principios martianos y la óptima preparación de niños, adolescentes y jóvenes para que además de avanzar en los distintos ciclos, sean hombres y mujeres de bien, útiles a la familia y a la sociedad.