Prensa Latina.
Por María Josefina Arce.
Falta menos de un mes para las elecciones municipales en Ecuador, una jornada en la que también los ecuatorianos se pronunciarán en referendo sobre varios temas sensibles, en lo que ha sido calificado por muchos como un intento del gobierno que preside Guillermo Lasso de mejorar su imagen.
Con apenas 15% de aprobación llega Lasso a la consulta del cinco de febrero, que pone sobre el tapete aspectos que preocupan a la ciudadanía como la violencia e inseguridad en la que se encuentra sumergido el país.
Ecuador concluyó 2022 con más de 25 muertes violentas por cada 100 MIL habitantes, la mayor tasa de homicidios de su historia. Lejos de reconocer su inoperancia, las autoridades intentan hacer ver que esta cifra es resultado de lo que llaman acción eficiente del estado contra el crimen organizado.
A lo largo del año pasado se registraron nuevas masacres carcelarias, en una confirmación de los graves problemas que presenta lo que debe ser un sistema de rehabilitación, golpeado por el hacinamiento, la impunidad y el abandono gubernamental.
De hecho las autoridades fueron incapaces de frenar la entrada a las prisiones de armas y explosivos, un hecho vinculado al alto nivel de corrupción imperante en esos centros.
Innecesaria e ineficaz así ha sido calificada por parte de la sociedad esta consulta, que señala no resolverá el problema de la inseguridad, que requiere sobre todo de políticas sociales que mejoren las condiciones de vida de los ecuatorianos.
La opositora Unión por la Esperanza rechazó el procedimiento por considerarlo una cortina de humo que usa el ejecutivo en busca de oxígeno tras meses de incompetencia en todo nivel.
De hecho ya desde el mandato del hoy expresidente Lenin Moreno se comenzó a deteriorar la calidad de vida de las familias ecuatorianas, la llegada del banquero Guillermo Lasso al Palacio de Carondelet, en mayo de 2021, no marcó ninguna diferencia, y la incidencia de la COVID 19 vino a complicar la situación.
Hoy la pobreza, la desigualdad y el empleo informal dominan el panorama de la nación, donde 25% de sus ciudadanos viven en la miseria, una cifra que se incrementa hasta casi 43% en las áreas rurales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo.
UNICEF, Fondo de la ONU para la Infancia, precisó que uno de cada tres niños ecuatorianos padece desnutrición, de ellos cerca de 41% son indígenas y están en el rango de desnutrición crónica.
La respuesta a la inseguridad no puede limitarse a más policías en las calles, lo que además puede ocasionar un uso excesivo de la fuerza y que no se respete la integridad de las personas.
Los estados de excepción decretados por el presidente Lasso no pusieron fin a la ola de violencia en el territorio ecuatoriano, donde continuaron reportándose robos a comercios y a ciudadanos en las calles, con víctimas mortales.
El problema es más complejo y requiere de una mirada integradora, requiere también de la adopción de políticas sociales que cierren las desigualdades existentes, que creen oportunidades de educación y empleo, de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.