Por: Roberto Morejón

Con la defensa de un postulado cardinal, contribuir a su revitalización, Cuba participa en la séptima reunión cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en Argentina.

Para la mayor de las Antillas el encuentro posee un gran relieve, de ahí la importante delegación que viajó desde La Habana, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel. 

Lograr la unidad en la diversidad, principio compartido por Cuba, forma parte de los objetivos pendientes de alcanzar en la América nuestra, expuesta a las influencias perjudiciales del Norte y a la labor divisionista de figuras nativas de la derecha.

La patria de José Martí tuvo el honor de asumir la presidencia pro-tempore del bloque, lo que fue descrito por analistas como una reivindicación hacia el archipiélago, enfrentado a los intentos de aislamiento político y diplomático.

Desde la segunda cumbre de la CELAC en La Habana en enero de 2014 y durante un año, la nación caribeña ejerció como el principal interlocutor del lozano conglomerado, al cual no pertenecen, llamativamente, Estados Unidos y Canadá.

La diplomacia cubana le imprimió agilidad a los trabajos de la CELAC, como expuso el entonces presidente Raúl Castro, quien manifestó que el país contribuiría al máximo al primer organismo de integración y concertación latinoamericanos.

En su criterio, el bloque no es una sucesión de meras reuniones ni coincidencias pragmáticas, sino una visión común de la patria grande.

En el período, La Habana avanzó hacia la mayor interacción de los países caribeños, viabilizó la aprobación de tres decenas de documentos sobre diversos asuntos y se estableció el Foro China-CELAC.

Bajo ese prisma vio la luz la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de paz, aprobada durante la segunda cumbre en Cuba, enarbolada como uno de sus fundamentos.   

Mantener vigente ese ideal, abrirse paso a otros lineamientos y proyectos acorde con la pujanza de la región con gobiernos como los de Brasil y Colombia, recién llegados al tablero político, representan puntos esenciales de la agenda del grupo, según la visión de Cuba.

En esa óptica también sobresale el criterio de que bajo la presidencia de México en 2021 hasta la presente de Argentina, la Comunidad alcanzó nuevos aires, de los que estaba necesitada.

Urge consolidar la solidaridad y la cooperación, lo que sería una magnífica noticia en un año significativo para los cubanos, por el aniversario 170 del natalico de su ciudadano más universal, José Martí.