Por: Roberto Morejón
Los científicos cubanos tratan de vencer las dificultades de un país pobre, asediado y bajo el efecto de un escenario internacional adverso, a pesar de lo cual tienen en cartera, entre otras novedades, tres nuevas vacunas humanas.
En medio del reforzado bloqueo estadounidense, las secuelas de los gastos para enfrentar
Un trabajo en ese campo dotó de una estructura inicial a la industria biofarmacéutica, capaz de aportar en medio de la pandemia reciente tres vacunas efectivas.
En la actualidad varios centros investigan de forma acelerada tres nuevos prototipos de esos biológicos.
Se trata de la del Neumococo, enfilado contra neumonías, la del Dengue y el virus del Papiloma Humano, esta última a la espera de tener este año una formulación destinada a simulacros en animales y más tarde pasar a estudios clínicos en humanos.
El antígeno antineumococo, Quimio-Vio, está próximo a solicitar registro sanitario, pues en los ensayos evidenció seguridad contra la bacteria de ese nombre, causante de la mayor parte de las neumonías.
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí analizan una vacuna contra el dengue, considerada muy compleja porque debe vencer varios serotipos.
La sabiduría de los entendidos también se pone a prueba en laboratorios y otras dependencias en la búsqueda de tecnologías avanzadas para la producción de alimentos, lo que constituye una esperanza en un país con déficit en los aportes internos en esa dirección.
Además, los más avezados en la materia hacen pruebas para identificar enfermedades en plantas y animales.
Todo lo anterior pone de relieve el talento, consagración y profesionalidad de los científicos cubanos, quienes, entre otras contribuciones, crearon el inmunógeno Pentavalente, contra padecimientos como difteria, tétanos y tosferina, y enfermedades invasivas por Haemo-philus influenzae Tipo B.
No obstante, el gobierno cubano espera porque se abrevien los tiempos entre las entregas de los resultados científicos y su conversión en productos y tecnologías.
Se trata de una necesidad apremiante del país, en medio de carencias materiales que obligan a que los expertos acudan a la innovación, tanto para avanzar en sus proyectos como para disminuir costos e incrementar la productividad.