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Por María Josefina Arce

Las cosas se le han complicado al presidente Guillermo Lasso. En su campaña electoral hizo enfasis en la lucha contra la corrupción en Ecuador, y ahora se encuentra en la mira ante acusaciones de hechos ilegales en empresas públicas, a partir de un esquema liderado al parecer por su cuñado Danilo Carrera.

El escándalo estalló por revelaciones del medio digital La Posta, que dió a conocer la existencia de una estructura delincuencial que estaría vinculada al mandatario a través de su cuñado y operaría principalmente en la Corporación Nacional de Electricidad y en la Corporación Eléctrica de Ecuador.

Según la investigación, Carrera, a pesar de no tener ningún cargo en el gobierno, maneja las empresas  públicas y es quien decide que firmas privadas trabajan con el estado, a cambio de sobornos.

Lasso por tanto, ha sido llamado a comparecer ante la Comisión del Parlamento que investiga los hechos. Carrera, a quien la prensa llama "El gran padrino", fue convocado a presentarse el sábado último, pero no asistió. Su abogado en una carta señaló que no tenía vínculo alguno con la trama de corrupción.

Aunque en cadena nacional en enero pasado  el presidente se deslindó de su cuñado, días antes lo había defendido, al calificarlo como un hombre honorable e intachable. El inquilino del Palacio de Carondelet más bien ha arremetido contra la prensa, a la que acusa de atacar a su gobierno.

El escándalo ha traído a la memoria de muchos los denominados Papeles de Pandora, una gigantesca investigación periodística que expuso hace dos años una red de evasión fiscal y que vinculó a varios presidentes, ex mandatarios, políticos y multimillonarios.

El nombre de Lasso aparecía en la investigación. De acuerdo a las revelaciones  mantuvo contacto con 14 sociedades offshore, la mayoría con sede en Panamá, y las cerró después de que en 2017 se aprobará en Ecuador una ley que prohibia a los aspirantes presidenciales tener empresas en paraísos fiscales.

El panorama no es nada favorable para el mandatario, que junto al escándalo de su cuñado ha recibido un duro revés en las elecciones municipales y la consulta popular del pasado día cinco.

El NO se impuso en las ocho preguntas del referendo, impulsado por Lasso y que en opinión de la ciudadanía no daba respuesta a los graves problemas que afectan a la nación suramericana como la alta inseguridad.

Por demás, en los comicios el opositor Revolución Ciudadana, del ex presidente Rafael Correa, obtuvo importantes victorias, al imponerse en Quito y Guayaquil, las dos ciudades más importantes del país, y también en otras localidades.

La realidad es que Guillermo Lasso tiene ante él un difícil panorama. En un año y medio de mandato ha visto disminuir aceleradamente el índice de aceptación popular. Su gobierno enfrenta un gran descontento y desgaste.