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Por María Josefina Arce.

Creada en 1966, la Organización Internacional Italo-Latinoamericana, con sede en Roma, ha acompañado a Cuba durante décadas en el rescate y conservación de su patrimonio histórico y cultural.

Esencial ha sido su apoyo en las obras de restauración que se han llevado y se llevan a cabo en el casco histórico de la Ciudad de la Habana, muy visitado por los cubanos y turistas, ante su belleza y gran riqueza arquitectónica.

Insignia de esta cooperación ha sido la remodelación de la Casa Leal, convertida en un centro de exposiciones y de formación, en memoria del Historiador de La Habana Eusebio Leal, fallecido en 2020, y al que por su incansable trabajo y amor a la ciudad  debemos el rescate del casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982 por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

La Organización Internacional Italo-Latinoamericana también está presente en el rescate del valioso conjunto arquitectónico del antiguo Convento de Santa Clara de Asís, cuyo origen data de 1638.

El proyecto busca devolver el esplendor a esta edificación que fungirá como un centro para la formación en las artes y los oficios de la restauración en Cuba y la región del Caribe.

El apoyo de la entidad se ha extendido a otras regiones del territorio cubano. Es así que intervino en el mejoramiento de las rutas de acceso a la localidad del Cobre, en el oriente cubano, y a sus principales sitios de interés patrimonial, entre ellos la célebre Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.

Asesoria técnica, trabajo con la comunidad y financiamiento son las aportaciones de la organización, que ha desarrollado cursos sobre emprendimiento para los habitantes de ese pueblo de la provincia de Santiago de Cuba.

Las autoridades cubanas han destacado el invaluable apoyo de la Organización Internacional Italo-Latinoamericana, y así lo han manifestado a su secretaria general, Antonella Cavallari, de visita en nuestro país.

Durante los encuentros se manifestó el interés de extender esa fructífera colaboración a otras áreas como la seguridad alimentaria y el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, una experiencia que avanza en territorio cubano.

Han sido décadas de compartir proyectos que  han permitido rescatar el valioso patrimonio cultural de Cuba, pero también beneficiar a los pobladores de los alrededores que han visto mejorar sus condiciones de vida.