Solidaridad con Cuba. Imagen: Archivo/MC
por María Josefina Arce
Las últimas jornadas han sido intensas, de una gran solidaridad. En la vigésimo octava Cumbre de jefes de estado y de gobierno, recientemente celebrada en República Dominicana, se escuchó el rechazo al bloqueo norteamericano contra Cuba y a su injustificable inclusión en la lista de países, que según Estados Unidos, patrocinan el terrorismo.
La Declaración de Santo Domingo incluyó entre sus puntos la condena a las medidas coercitivas unilaterales, violatorias del derecho internacional y la Carta de la ONU, y que como el cerco económico estadounidense atentan contra la vida.
En un comunicado se expresó el repudio a la aplicación de la Ley Helms Burton que internacionalizó el bloqueo, a su recrudecimiento en tiempos de emergencia sanitaria mundial y contra la presencia de la Mayor de las Antillas en la referida lista.
Pero además, en sus intervenciones en la cita varias naciones dejaron claro su rechazo a esa política hostil de Estados Unidos, condenada por la Asamblea General de la ONU en treinta ocasiones.
Y 24 horas después del cierre de la Cumbre se realizaba una nueva Caravana contra el bloqueo a Cuba en diferentes ciudades del territorio estadounidense y del mundo.
Esta iniciativa del proyecto humanitario Puentes de Amor y de otras organizaciones solidarias se realiza el domingo último de cada mes para también concientizar al mundo sobre el carácter genocida de la unilateral medida, que obstaculiza el desarrollo del país caribeño y el bienestar de sus ciudadanos.
Aunque Joe Biden prometió revertir las fallidas políticas hacia el pueblo cubano de su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, dos años después de llegar a la presidencia apenas hay señales en esa dirección.
Se mantienen las principales medidas coercitivas de las 243 adoptadas por la administración de Trump y la inclusión de Cuba en la espuria lista de países supuestamente patrocinadores del terrorismo, de la que había sido retirada en 2015 bajo el mandato de Barack Obama.
Pero en el propio territorio estadounidense crece la solidaridad con Cuba. Integrantes del capítulo de Nueva York de la Conferencia Nacional de Abogados Negros promueven una campaña que insta a Biden eliminar a la nación caribeña del ilegal listado, que dificulta la realización de transacciones internacionales o la obtención de préstamos para alimentos, medicinas e infraestructuras esenciales para el pueblo cubano.
Con anterioridad, en este mismo mes, la Conferencia de Obispos de la Iglesia Evangélica Luterana en Estados Unidos abogó por la eliminación del cerco económico que por más de 60 años mantiene su gobierno contra el archipiélago.
Estados Unidos puede mirar hacia otro lado, sin embargo, la realidad es que en el mundo y en el mismo territorio estadounidense crece el apoyo a Cuba y se suman más personas a la lucha por el levantamiento del bloqueo.