Trump y la estridencia

Editado por Maite González
2023-04-06 09:40:44

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Por: Roberto Morejón

 El expresidente estadounidense Donald Trump convirtió el proceso que se le sigue judicialmente en Nueva York en show, para proyectar su candidatura hacia las elecciones presidenciales de 2024.

 Trump fue acusado de 34 delitos graves y se convirtió en el primer ex presidente en la historia de Estados Unidos en enfrentar un proceso criminal.

 La lógica indicaría que un político en tales circunstancias quedaría abrumado por la vergüenza, pero no es el caso.

 El ex inquilino de la Casa Blanca asumió el codiciado papel de víctima y va a la riposta, dando rienda suelta a su vasto arsenal de ultrajes contra los procesos judiciales que le pisan los talones y califica de persecuciones políticas.

 El magnate inmobiliario la emprendió en particular contra el juez Juan Merchan e hija, y el fiscal del proceso, Alvin Bragg, afroamericano, a quien tilda de “racista” y “criminal”.

 Suficiente para que ambos letrados recibieran cerca de medio centenar de amenazas de simpatizantes del ex gobernante, cuya narrativa de “acosado” es asumida acríticamente.

 Con frases rebuscadas, la discordancia del circo montado a partir de su viaje a Nueva York, su entrada aparatosa en el tribunal y su discurso al regresar a su mansión en la Florida, Donald Trump volvía a sentirse en el escenario adorado, como centro de la atención mediática.

 Desoye las instrucciones del juez de evitar declaraciones susceptibles de incitar a la desestabilización civil, habla de “caza de brujas” y pide a los republicanos del Congreso desfinanciar el Departamento de Justicia y al Buró Federal de Investigaciones.

 Para el multimillonario, son asuntos pueriles los procesos que pesan sobre su cabeza, entre ellos, su rol en el asalto al Capitolio en 2021, las presiones a las autoridades de Georgia para inclinar la balanza de votos a su favor y la posesión de documentos clasificados.

 Todas ellas imputaciones más graves que las de disponer del dinero de su campaña para comprar el silencio de personas.

 Aun así no es suficiente para apartarlo del camino. Con su discurso sedicioso, los procesos enfrentados e incluso una condena puede postularse y someter su candidatura a las urnas.

 Estaría por ver si es acusado de rebelión por la investigación del Capitolio, lo que sí lo limitaría.

 Mientras tanto, Trump sigue controlando su base electoral, pues en Estados Unidos quien afronta cargos criminales es convertido en “estrella”.



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