Lavrov (D) intercambió con el líder de la Revolución, Raúl Castro Ruz, el presidente Miguel
Díaz-Canel, y con su homólogo Bruno Rodríguez. Foto tomada de la ACN
Por María Josefina Arce (RHC)
Personalidades de diversas naciones han viajado por estos días a Cuba, una muestra del interés de profundizar y ampliar los nexos existentes y apoyar el esfuerzo del pueblo cubano por continuar avanzando, en medio de una compleja situación económica, agravada por el reforzamiento del bloqueo norteamericano.
A las visitas del canciller de Singapur, Vivian Balakrishnan, y del presidente del Parlamento de Vietnam, Vuong Dinh Hue, se ha sumado la del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov.
El jefe de la diplomacia rusa arribó a nuestro país como parte de una gira por América Latina, que incluyó, igualmente, a Brasil, Venezuela y Nicaragua, naciones amigas y con las que Rusia mantiene relaciones en los ámbitos político, comercial, económico, educativo, humanitario y cultural.
Durante su breve visita, Lavrov intercambió con el líder de la Revolución, Raúl Castro Ruz, el presidente Miguel Díaz-Canel, y con su homólogo Bruno Rodríguez, encuentros que calificó de sumamente fructíferos y durante los cuales se examinó la cooperación conjunta.
Asimismo, reiteró el canciller ruso la condena de su país al genocida bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace más de sesenta años contra el pueblo cubano y que limita su desarrollo socioeconómico.
Los vínculos entre La Habana y Moscú son de larga data y abarcan diversas ramas, en beneficio de ambos pueblos. La visita de Lavrov ratifica la importancia que concede la nación euroasiática al estrecho nexo bilateral.
En los últimos años los dos Estados han trabajado por dinamizar aún más el diálogo, el intercambio y la cooperación, que en medio de la pandemia de la COVID 19 y el reforzamiento del bloqueo norteamericano fue invaluable para el país caribeño.
En este camino se inscribe, también, la visita a territorio cubano, en febrero pasado, de una numerosa delegación empresarial, encabezada por Titov Boris, presidente del Consejo de Negocios Cuba-Rusia, quien afirmó que aunque las relaciones siempre han sido eficientes, efectivas y muy cercanas, se ha llegado a una nueva etapa.
En su vínculo con La Habana, presta Moscú atención prioritaria al transporte, energía, agricultura, turismo y metalurgia. Precisamente, en esta última ha sido muy importante el crédito otorgado para el amplio proceso inversionista hecho en la industria Antillana de Acero, en la capital cubana.
Esta colaboración se ha mantenido aún en medio de las difíciles circunstancias económicas del mundo y las sanciones de que son objeto ambas naciones. También continúan desarrollándose otros intercambios y proyectos conjuntos como la inversión en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, dedicada a la tecnología rusa Kamaz, y la modernización de la Planta Mecánica ‘Fabric Aguilar Noriega’, en la central ciudad de Santa Clara (en la foto).
El gobierno de la nación euroasiática también brindó una valiosa asistencia en otros momentos difíciles para Cuba. La amistad y solidaridad se hizo patente tras la explosión en el hotel Saratoga, en La Habana, el incendio en la base de supertanqueros, en Matanzas, y el devastador paso por el occidente del archipiélago del huracán Ian.
Cómo subrayó el presidente cubano, Miguel Díaz Canel durante su visita en noviembre pasado a Moscú: “Siempre en las circunstancias más complejas Cuba cuenta con el apoyo y la comprensión de sus amigos más cercanos, entre los que está Rusia”.