Por María Josefina Arce.

Los 50 consejeros que redactarán la nueva Constitución de Chile serán elegidos en las urnas este domingo, una jornada que, revelan las encuestas, está marcada desde ya  por la falta de interés de los chilenos, quienes tienen centrada su atención en la situación económica y la inseguridad que ha ido creciendo.

Los últimos sondeos han arrojado que, aunque el voto es obligatorio, cerca de 10% de los encuestados dijo que no votaría, mientras que hasta abril pasado solo 31% afirmó estar interesado en el proceso constitucional.

Veinticinco hombres e igual número de mujeres conformarán el Consejo Constitucional, que a partir de un borrador elaborado por una comisión de expertos redactará una Carta Magna, que deje atrás la actual, heredada de la sangrienta dictadura del general Augusto Pinochet y que llevó a un país desigual bajo un modelo neoliberal.

Tres coaliciones y dos partidos políticos con cientos de candidatos en todo el país participan en este evento, lo que de acuerdo con lo agencia noticiosa Prensa Latina crea confusión entre los ciudadanos.

A los trabajos del Consejo se sumará el Comité de Expertos, de 24 miembros, con paridad de género y elegidos a partes iguales por el Senado y la Cámara de Diputados. Aunque podrá opinar no tendra voto a la hora de tomar decisiones.

Este es el segundo proceso constitucional que vive el país austral en tres años. El estallido social de 2019, bajo el mandato del hoy expresidente Sebastián Piñera, abrió el camino para este cambio, pues era una de las principales demandas de la decena de miles de chilenos que salieron a las calles y fueron violentamente reprimidos.

Con la COVID 19 de fondo, en 2020 los chilenos acudieron a las urnas. Casi ochenta por ciento del electorado se pronunció en el plebiscito a favor de elaborar un nuevo documento y hacerlo a través de una Convención Constitucional.

Ciento 55 miembros conformaron este órgano, al frente del cual fue designada en un primer momento en un hecho histórico  la indígena Elisa Loncón.

Finalmente en septiembre del pasado año en referendo los chilenos se pronunciaron sobre la propuesta. Sin embargo, se impuso en las urnas el rechazo al texto, un hecho que estuvo influido por las falsas noticias, la desinformación y manipulación de ciertos aspectos, con el fin de crear confusión.

La derecha maniobró con temas incluidos en el documento como el agua como bien público, el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, la recuperación de los servicios básicos, entre otros.

Ahora los chilenos volverán a las urnas para elegir a quienes se encargarán de la importante tarea de redactar una nueva Constitución, que abra el camino para necesarios cambios en un país de profundas desigualdades.