Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Foto: Archivo. RHC.
Por María Josefina Arce
En el "Día Internacional de la Biotecnología", la comunidad científica cubana es merecedora de un gran reconocimiento por haber logrado, aún en medio de los obstáculos que por más de 60 años ha impuesto el bloqueo norteamericano, que Cuba ocupe un lugar destacado a nivel mundial en esta rama de la ciencia.
Incuestionables son los logros de los investigadores de la Mayor de las Antillas y que han tenido un impacto en varios ámbitos, en especial en la salud de la población, que ha sido beneficiada con eficaces productos biotecnológicos.
Por ejemplo, desde la década del 90 del siglo pasado en nuestro país se aplica masivamente y sin costo alguno a los recién nacidos la vacuna contra la hepatitis B, al tiempo que del Programa de Vacunación Nacional forman parte inmunos de producción nacional.
Larga es la lista de los medicamentos nacidos del esfuerzo, dedicación y alta calificación de nuestros investigadores que han ayudado a prevenir y mejorar la calidad de vida de numerosos cubanos, afectados por determinadas dolencias.
Para muchos cubanos y ciudadanos de otras naciones, aquejados de la úlcera de pie diabético, el HEBERPROT-P, único de su tipo en el mundo, ha significado un antes y un después. Su aplicación ha posibilitado reducir la amputación de los miembros inferiores.
Durante la pandemia de la COVID 19 decisivo fue el aporte de nuestros científicos, pues muchos de los fármacos producidos en prestigiosas intituciones del país se emplearon en el tratamiento de los contagiados con el virus.
Otro hito de la ciencia cubana fue la obtención de los inmunógenos anti COVID Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, logrados en medio de un recrudecimiento del cerco económico, gracias a un inmenso esfuerzo y al compromiso con el bienestar de los ciudadanos.
Eficaces y seguras son estas vacunas, cuya aplicación, junto a los protocolos puestos en marcha por las autoridades sanitarias, posibilitaron un control de la enfermedad en el territorio nacional.
La Mayor de las Antillas además de estar entre los 10 países con una alta cobertura de inmunización contra la enfermedad causada por el coronavirus, se convirtió en el primero del mundo en vacunar a su población infantil a partir de los dos años de edad.
Pero igualmente nuestros investigadores hicieron posible la creación de los equipos SUMA, Sistema Ultra Micro Analítico, tecnología que, enfatizan los expertos, permitió que Cuba se convirtiera en la primera nación libre de transmisión vertical del VIH y la segunda de América con cobertura total para hipotiroidismo congénito en recién nacidos.
La visión de futuro y el empeño del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, unido a la dedicación, sacrificio y alta preparación de la comunidad científica cubana ha hecho que un país pequeño y bloqueado exhiba hoy incuestionables resultados en la biotecnología y sea un referente a nivel mundial.