Múltiples voces se alzaron en la Cumbre de los Pueblos para condenar el genocida bloqueo contra Cuba.

Por María Josefina Arce

La solidaridad con la lucha que libra el pueblo cubano contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos se hizo patente en Bruselas, donde múltiples voces se alzaron en la Cumbre de los Pueblos para condenar la genocida medida, recrudecida por demás, durante la pandemia de la COVID 19.
   
El respaldo a Cuba fue intenso, decidido y así se lo hicieron sentir los asistentes al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien acudió al foro de movimientos sociales y fuerzas progresistas europeas, latinoamericanas y caribeñas.
   
Los participantes en la cita de la capital belga denunciaron el impacto en la vida diaria de los cubanos de esa hostil política estadounidense, que tiene como objetivos la desestabilización y forzar un cambio político en la nación caribeña.
   
El bloqueo afecta sectores como la salud, la alimentación y la educación. En esta última esfera por ejemplo, se han dejado de imprimir más de tres millones de libros necesarios para un proceso educativo más eficiente y de mayor calidad.
    
A más de 150 410 millones de dólares ascienden los daños ocasionados por el bloqueo, que como subrayara en su intervención el vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana, Yuri Pérez, viola principios elementales como la igualdad soberana, la buena fe y la no injerencia en los asuntos internos de otros países.
  
Pero la Cumbre de los Pueblos fue más allá y dejó clara su decisión de reforzar sus acciones contra la unilateral medida, rechazada desde 1992 por la comunidad internacional en la Asamblea General de la ONU por amplia mayoría.
  
En ese camino se inscribe la convocatoria a un Tribunal Internacional contra el bloqueo a Cuba para noviembre venidero también en Bruselas, y que de acuerdo con el eurodiputado Manu Pineda tendrá como sede al Parlamento Europeo.
  
En declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina, señaló que reivindican esa institución que no puede estar al servicio de la reacción, como ocurrió en días pasado cuando aprobó una injusta y politizada resolución contra Cuba, promovida por eurodiputados conservadores y de extrema derecha, afines con Washington.
  
La convocatoria al Tribunal se suma a las múltiples actividades que a lo largo del año tienen lugar en rechazo al cerco económico en numerosas naciones, incluso en Estados Unidos, donde igualmente existe un amplio movimiento de solidaridad con Cuba.
  
Ahí están las caravanas que se realizan a finales de cada mes, convocadas por el proyecto humanitario Puentes de Amor, que tienen una amplia participación en territorio estadounidense y en diversas ciudades de Europa.
  
Y no podía faltar la entidad religiosa estadounidense Pastores por la Paz que desafiando el entramado de leyes del bloqueo protagoniza las Caravanas de Amistad Estados Unidos-Cuba, que llegan cada año a nuestro territorio con ayuda solidaria.
    
Cuba no está sola. Incontables y emotivas han sido las muestras de apoyo de los últimos días en suelo europeo, pues como expresara Díaz-Canel en la Cumbre de los Pueblos: " la solidaridad no puede bloquearse...es un arma indestructible de lucha y un mensaje de paz."