Convención Científica Islaciencia
Por María Josefina Arce
En los últimos años se ha ido ganando conciencia en la importancia de incentivar el progreso local, una estrategia del gobierno cubano reflejada en el Plan Nacional de Desarrollo económico y social hasta 2030 y en la Constitución refrendada en 2019.
Y se ha insistido en la necesaria implicación de las universidades cubanas en la consecución de esta meta, encaminada no solo al beneficio de la población de cada territorio sino de todo el país.
Los centros de altos estudios, con su potencial humano, capacidad científica y tecnológica, están llamados a ser un actor esencial en el progreso de las diversas localidades.
Con el objetivo de estimular ese acercamiento de la academia a las nuevas prácticas de la economía cubana, se desarrolló en la Isla de la Juventud la Segunda Convención Internacional IslaCiencia 2023, auspiciada por la Universidad Jesús Montané Oropesa de ese municipio especial.
Representantes de las diversas universidades cubanas y de otros países, centros de investigación y empresas nacionales participaron ya sea de manera virtual o presencial en el evento, calificado de imprescindible por sus organizadores para avanzar en el desarrollo local desde la ciencia.
Y es que este encuentro de carácter bianual posibilita intercambiar experiencias, buscar alternativas, lograr convenios y conocer de iniciativas desarrolladas por instituciones de otras naciones en su entorno local.
IslaCiencia se inscribe en la estrategia trazada por el gobierno cubano para desde el conocimiento potenciar en cada territorio sus fortalezas y abrir nuevas oportunidades para su progreso.
Se busca incentivar la producción de alimentos, generar encadenamientos productivos, contribuir a las exportaciones y sustituir importaciones, un aspecto de vital importancia.
Es sin dudas, una urgencia de estos tiempos ante la compleja situación económica que atraviesa Cuba, objeto de un reforzado bloqueo norteamericano, de una persecución financiera que limita sus recursos monetarios.
Por eso el país apuesta por una mayor implicación de los centros de altos estudios con la comunidad no solo para juntos buscar opciones y soluciones, sino también para la formación del potencial humano en la localidad.
Y aunque falta mucho por avanzar, se han dado pasos concretos, se realizan numerosas investigaciones, se logran asociaciones con empresas y se siguen abriendo espacios que lleven a ese necesario vínculo universidad-territorio, que se traduzca en un mayor bienestar de sus habitantes y en general, de todos los cubanos.
