Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC
Por Roberto Morejón (RHC)
Instituciones científicas de renombre de Cuba e Irán, países sometidos a sanciones de Estados Unidos, han determinado ampliar su cooperación, en bien de la salud de los pueblos.
Como resultado de la visita oficial realizada a Teherán por el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, directivos de los Institutos Pasteur, de Irán, y Finlay de Vacunas, de La Habana, firmaron un memorando de entendimiento que permitirá incrementar la cooperación en la biotecnología.
La avenencia contempla la transferencia de conocimientos en materia de vacunas así como para el desarrollo clínico de biológicos.
No se trata de un hecho aislado, porque representantes de ambos Institutos establecieron lazos en 2016, y tres años más tarde firmaron el primer convenio.
Los intercambios y apoyo mutuo se pusieron de relieve durante la pandemia de la Covid-19, a partir de la vacuna de la mayor de las Antillas, Soberana 02.
Calificado por el dignatario cubano de experiencia exitosa el nexo entre el Pasteur y el Finlay, hay razones, entonces, para continuar el desarrollo de proyectos conjuntos, a los que también ha hecho aportes la institución BioCubaFarma.
Los enunciados, junto a otros acuerdos suscritos durante la permanencia del primer mandatario cubano en Teherán, tienen el aliento del presidente iraní, Ebrahim Raisi.
El estadista aboga por unificar y aprovechar las potencialidades y creatividad de ambos pueblos, en circunstancias difíciles por las acciones hostiles de Washington.
Desde la parte antillana destacan el mutuo interés de una mayor integración y complementariedad entre el Instituto Finlay de Vacunas y el Pasteur.
Los científicos de la nación caribeña, caracterizados por su talento, habilidades y consagración, elogian el desempeño de sus homólogos iraníes.
Ellos son parte determinante en el logro de que el país persa produce poco menos de 90 por ciento de los fármacos requeridos por su sistema de salud.
Por su lado, los hombres y mujeres de ciencia en la mayor de las Antillas se sobreponen a carencias materiales, originadas principalmente por el bloqueo estadounidense, y prosiguen investigaciones de interés.
Cada día honran a Carlos J. Finlay, médico cubano, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.
Los iraníes por su parte enaltecen a Louis Pasteur, químico, físico y bacteriólogo francés, cuyos descubrimientos tuvieron una enorme importancia en el campo de las ciencias naturales.
Imagen ilustrativa tomada de Archivo/RHC.