Fotos: Prensa Latina.

Por Roberto Morejón

Con una mezcla de alegría y sosiego por ver a sus familiares de regreso, reaccionaron los cubanos que lamentaban la presencia de allegados en Haití, donde una ola de violencia volvió riesgosa la permanencia allí.

El gobierno de la mayor de las Antillas organizó una minuciosa y compleja operación de retorno de cubanos varados en Haití, adonde acudieron por motivos personales, y quedaron sorprendidos por el deterioro de la seguridad.

Así se constata en las declaraciones a la prensa de varios de los retornados, ahora serenos, pero evocando los momentos de tensión e incertidumbre en el país dejado atrás.

En un desplazamiento voluntario y seguro, cerca de 250 cubanos, la mayoría mujeres, regresaron por aeropuertos de la zona oriental del archipiélago caribeño, luego de desplazarse en caravanas de ómnibus desde Puerto Príncipe hasta la norteña Cabo haitiano.

Así debieron hacerlo, atentos a posibles sucesos en la ruta, dado el cierre del aeropuerto de la capital de Haití, atacado por pandillas que tomaron el control de esa ciudad y otros puntos del país.

El traslado a su tierra natal que incluyó conducirlos desde el oriente hasta sus provincias de origen, obligó a una estrecha coordinación.

Participaron el gobierno cubano, su embajada en Puerto Príncipe, la Asociación de Cubanos Residentes en Haití y entidades a cargo de la logística.

Como colofón del viaje, recibieron tratamiento médico especializado y una dosis profiláctica para evitar la entrada de enfermedades al territorio nacional.

Culmina así una marcha que requirió un análisis meticuloso y continuo del momento oportuno para organizarla, aunque de forma mendaz la llamada prensa independiente, financiada en el exterior, adujo demoras.

La vuelta segura de connacionales atascados en Haití en escenarios convulsos, pues algunos de ellos escucharon tiroteos cerca de donde se alojaban, pone de relieve el principio invariable de Cuba de no dejar a nadie abandonado.

Los cubanos contaron que necesitaron el auxilio de haitianos, la embajada y la línea aérea, pues además del peligro ante el aumento de la violencia decrecían sus recursos financieros.

Cuba lamenta el contexto actual en Haití y destaca la cooperación solidaria y desinteresada que le ha brindado en áreas de gran impacto para su pueblo como son la salud pública y la alfabetización.