Candidatura de Kamala Harris y Timothy Walz
por Guillermo Alvarado
Continúan en alza las voces en Estados Unidos acerca del impacto de la candidatura de Kamala Harris y Timothy Walz en la contienda para ocupar la Casa Blanca, una campaña que hasta hace 20 días parecía inclinada indefectiblemente a favor de Donald Trump.
Inesperadamente la vicepresidenta mostró una energía que, hay que decirlo, estuvo ausente durante su gestión en los últimos años, e inyectó un nuevo entusiasmo entre los miembros del partido Demócrata, cuyo ánimo estaba por los suelos ante el débil desempeño de Joseph Biden.
La designación de Walz como compañero de fórmula parece ser otro acierto, pues se trata de un político muy potable para determinados sectores de ciudadanos, entre ellos las mujeres, los trabajadores y las minorías étnicas.
Fue miembro de la Cámara de Representantes durante seis períodos consecutivos y en la actualidad es gobernador del estado de Minnesota.
Entre sus posiciones más conocidas figuran su enérgica defensa del derecho al aborto, la licencia médica y familiar remunerada para los empleados y, a pesar de ser un aficionado a la cacería, su renuncia a la Asociación Nacional del Rifle y el apoyo a mayores restricciones a la venta de armas.
De acuerdo con un artículo de David Brooks y Jim Cason, corresponsales del diario La Jornada en Estados Unidos, la dinámica de las encuestas ya comienza a mostrar cambios.
Un sondeo nacional de Marquette University puso a Harris por delante de Trump en 6 puntos, mientras el Cook Political Report cambió la calificación de 3 estados clave de “inclinación por el republicano” a la categoría de “en juego”.
En tanto, el New York Times ubicó a la dupla demócrata 4 puntos por encima en Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Estos lugares, junto a Minnesota, la tierra de Walz, forman parte del pequeño grupo que determinan los resultados de la elección presidencial.
Hay que recordar que en el sistema electoral estadounidense no gana el candidato que obtenga más votos a nivel global, sino el que reúna a la mayor cantidad de delegados, o electores, en cada estado. Es raro y hasta podría resultar injusto, pero es legal de acuerdo a las normas vigentes en ese país.
Faltan poco más de 80 días para la cita con las urnas en la potencia norteña y, por supuesto, todavía no hay nada decidido ni mucho menos, pero como dicen Brooks y Cason en el referido artículo, no es poco decir que por primera vez en varios meses, Donald Trump, ya no está ganando.