Foto: Ambito Financiero
Por Roberto Morejón
Durante la reciente visita a Buenos Aires del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, los observadores comentaron el creciente acercamiento con su par argentino, el ultraderechista primer mandatario, Javier Milei.
La prensa internacional habla de una presunta nueva alianza en América Latina, contrapuesta a la línea de izquierda o progresista asumida por algunos gobiernos de la región.
Durante su prolongada permanencia en Buenos Aires, el estadista del más pequeño país centroamericano y su anfitrión auspiciaron la firma de varios acuerdos, suscritos por los cancilleres, incluyendo la creación de un nudo aeroportuario en El Salvador, el que recibiría además asesoría en materia de energía nuclear.
De acuerdo con articulistas, Milei recibió a Bukele en medio de sus esfuerzos por frenar el declive de su aceptación pública, dadas sus políticas nefastas para achicar el Estado, con impacto en el nivel de pobreza y en el malestar de los ciudadanos.
A Argentina le interesa ahora conocer de los procedimientos salvadoreños en materia de seguridad, dado que Bukele se ufana de reducir el apogeo de las pandillas, aunque sus detractores lo señalan por excederse en los rastrillajes y encarcelamientos.
No obstante, analistas alertaron que en Argentina será muy difícil gobernar bajo estados de excepción, como hace Bukele, por su huella en los derechos humanos, ya menoscabados cuando las fuerzas del orden la emprenden con bombas de gases lacrimógenos contra manifestaciones de protesta.
Milei y Bukele, quienes se han visto personalmente en dos ocasiones, coinciden en posiciones conservadoras y en sus vínculos tirantes con la prensa, aunque en materia económica tienen diferencias, pues el centroamericano aboga por no adelgazar totalmente al Estado, como sí dispone el argentino.
En todo caso, los dos presidentes no reniegan de que los califiquen de cercanos amigos, de que las derechas de la región los alaben como referentes y de que los ubiquen como allegados de personalidades como Elon Musk, magnate del mundo tecnológico, conocido por sus arranques de rancio conservadurismo.
Caracterizados por su discurso fuerte en contra de los sistemas políticos tradicionales y ciertos organismos globales, Miley y Bukele derrochan mutua cordialidad, aunque podrían rivalizar en un punto: ambos gustan de ser llamados como los políticos más populares de la actualidad.