Foto: Al Jazeera
Por Guillermo Alvarado
Recién se cumplió un año de iniciada la guerra de Israel contra la Franja de Gaza, donde murieron por lo menos 42 mil personas, de ellos más de la mitad mujeres y niños, y la destrucción es de tal magnitud que limpiar y reconstruir todo lo dañado demorará por lo menos 80 años.
Así lo anunció en un comunicado oficial el relator especial de la Organización de Naciones Unidas para el derecho a una vivienda digna, Balakrishnan Rajagopal.
Debido al alcance de la devastación causada por el régimen sionista durante 12 meses, demorará ocho décadas reconstruirlo, sobre todo en la zona norte de la Franja, donde los bombardeos han sido particularmente crueles y, de hecho, se mantienen sin tregua hasta ahora.
De acuerdo con el experto, la situación es desesperada pues en el norte de Gaza casi el ciento por ciento de las edificaciones está por los suelos, ya sea que se trate de viviendas, escuelas, hospitales o sedes administrativas.
El más reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el desarrollo dice que hay más de 39 millones de toneladas de escombros, y entre ellos existe munición sin estallar, residuos tóxicos y asbesto.
El problema no se queda sólo en la superficie, pues la contaminación ha llegado hasta los depósitos acuíferos subterráneos y el subsuelo en niveles catastróficos y es imposible saber si se pueden tratar y rescatar a tiempo, precisó Rajagopal.
Los trabajos son urgentes, pero sólo podrán comenzar si terminan los ataques y las tropas sionistas se retiran del área y levantan todas las restricciones que ya desde antes de la guerra mantenía para la importación de materiales de construcción en la Franja.
El prolongado tiempo necesario para reconstruir significa que varias generaciones de palestinos seguirán sufriendo las consecuencias de este brutal genocidio.
El único parangón de lo ocurrido este año es precisamente el ataque de los nazis contra los judíos refugiados en el Gueto de Varsovia, que fue destruido piedra a piedra junto a sus habitantes, sólo que ahora la proporción del daño es incalculablemente mayor.
De hecho, hace meses la ONU alertó sobre la gravedad de la destrucción en Gaza. La magnitud de las ruinas, dijo, es enorme y sin precedente, es una misión que la comunidad internacional no ha enfrentado desde la II Guerra Mundial. Hay que agregar, pienso yo, que los sionistas resultaron buenos alumnos de los nazis alemanes.