Países que conforman Commonwealth
por Guillermo Alvarado
Durante el fin de semana reciente los 56 miembros de la Commonwealth, o Comunidad de las Naciones, advirtieron al Reino Unido que llegó el momento de discutir el legado odioso del comercio de esclavos, como un paso hacia eventuales reparaciones a las víctimas de ese negocio criminal.
Como se sabe, la Commonwealth es un mecanismo creado por el imperio británico para mantener dominio en sus antiguas colonias, sobre las cuales tiene poder económico, político y hasta militar, haciendo así de la soberanía un verdadero espejismo.
La demanda creó momentos de fricción con el primer ministro Keir Starmer, quien de manera pública y reiterada ha rechazado de plano las demandas de disculparse por la trata de personas entre los siglos XVI y XIX, mucho menos de ofrecer una compensación a los descendientes de esa infamia.
Esa misma posición mantuvo el rey Carlos III, quien tuvo la ocurrencia de pedirle a sus interlocutores “evitar el lenguaje de la división” y argumentó que nadie puede cambiar la historia.
Quién más se benefició por la trata de seres humanos durante 400 años fue precisamente la casa real británica.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, fueron 15 millones de hombres, mujeres y niños las víctimas del comercio de esclavos desde África hacia países del continente americano, Europa, Asia y Oriente Medio.
El 36% de ese tráfico lo realizó el Reino Unido, una potencia que en su momento llegó a tener 120 colonias en prácticamente todo el mundo, de donde saqueó inmensas cantidades de recursos naturales y durante siglos mantuvo el dominio sobre la navegación y el comercio de la época.
La mayor parte de ese poderío tuvo como sustento ideológico las doctrinas de la superioridad racial, según la cual los pueblos dominados carecían de la capacidad de gobernarse a sí mismos.
A principios del siglo XIX surgió en Inglaterra un movimiento que, gracias a una serie de circunstancias, logró en 1807 promulgar el Acta para la Abolición del Comercio de Esclavos, que eliminó oficialmente la trata, pero no la esclavitud como tal.
Recordemos que en Estados Unidos en 1863, en las vísperas de la guerra civil, se abolió este régimen, pero hubo de esperarse un siglo para que los descendientes de los esclavos adquirieran todos los derechos civiles, como cualquier ciudadano.
La esclavitud es una mancha en la conciencia de la humanidad y quienes forjaron su riqueza en ella deben rendir cuentas, les guste o no.