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Por: María Josefina Arce.

Bajo el mandato de la autoproclamada presidenta Dilma Boluarte, el Perú no ha logrado resarcirse de las afectaciones causadas en diversos ámbitos por la pandemia de la COVID 19, por el contrario ha visto un aumento de la pobreza y el trabajo informal, sin beneficios sociales como derecho al retiro, atención sanitaria y educación.

Un último informe de la  OCDE,  Organización para la Cooperación y el Desarrollo, señala que 60% de los peruanos vive en un hogar que depende exclusivamente del trabajo informal, lo que lleva a que estén expuestos a la inseguridad alimentaria.

Esta situación afecta con especial fuerza a los niños, adultos mayores, personas con discapacidad y a quienes viven en zonas rurales.

Las estadísticas no muestran un panorama alentador. Solo el pasado año 29% de la población se encontraba en situación de pobreza, un incremento de 1,5% con respecto al 2022.

Esto muestra que casi 10 millones de peruanos están en la pobreza, 600 mil más que en 2022 y tres millones más que antes de la pandemia por el coronavirus.

El actual ejecutivo no ha dado una respuesta efectiva a la problemática, que se esperaría hubiese recibido mayor atención, teniendo en cuenta que Boluarte de julio de 2021 a noviembre de 2022 fue ministra de Desarrollo Social e Inclusión del Perú.

Sin embargo, el gobierno, nacido del golpe a finales de 2022 contra el presidente constitucional Pedro Castillo, ha estado inmerso en una inestabilidad política y en investigaciones contra sus miembros por corrupción, incluida la mandataria.

Boluarte ha estado evidentemente, más preocupada por los costosos regalos que recibe, recuerden los relojes Rolex, y en evitar ser juzgada por la represión contra las manifestaciones de protesta por la destitución de Castillo.

La presidenta, que tiene un 92% de desaprobación, se quiere mantener en el poder hasta 2026, respaldada por la derecha y ultraderecha peruana, que domina el Congreso, que tampoco aprueba proyectos a favor de la ciudadanía.

Y mientras, en el Perú crecen las desigualdades y es cada vez mayor la brecha entre ricos y pobres, al tiempo que se incrementa la inseguridad y el pais vive una difícil situación económica.