Presidente de Ucrania y Trump

por Guillermo Alvarado

El presidente de Ucrania, Volodomir Zelensky,  realiza este viernes una visita a Estados Unidos para firmar un compromiso con su anfitrión, Donald Trump, que para decirlo sin rodeos, significa la entrega simple y llana de importantes recursos naturales a la potencia norteña.

No se trata de compartir o negociar, porque el mandatario europeo no tiene absolutamente nada con qué hacerlo, está totalmente devaluado y tanto él como Trump lo saben, así que la Casa Blanca será más bien el escenario de un acto de servidumbre o, en el mejor de los casos, del pago de una deuda.

Desde que retornó al despacho Oval, el magnate se dedicó a quitarle el piso a Zelensky, al cual ha tratado de dictador, no sin antes calificarlo como un comediante de dudosa calidad que apenas tiene el cuatro por ciento de apoyo en su país, o decir que no es indispensable para poner fin al conflicto armado.

Pero más allá de todo esto, Trump hizo cuentas y descubrió que Estados Unidos le transfirió a Ucrania armas, aviones y otros equipos bélicos equivalentes a 500 mil millones de dólares y, ni modo, quiere cobrarlos.

Para ello exigió explotar las “tierras raras” que ese país tiene en su territorio y que son indispensables en las modernas tecnologías, tanto de las comunicaciones como de la guerra.

En realidad estas tierras no son tan raras, ni tan nuevas. Están presentes en todo el mundo y se caracterizan por llevar en su interior partículas de elementos químicos descubiertos a partir del siglo XVIII, así como minerales con propiedades particulares.

En el listado figuran, por ejemplo, el litio, el berilio, cobalto, telurio, indio y el grafito entre otros muchos. En cuanto a los metales críticos están el disprosio, gadolinio, praseodimio, holmio y el iterbio, usados en la industria nuclear, computadoras, pantallas, celulares y novedosos semiconductores.

Ahora bien, ¿por qué la prisa de Trump por apropiarse de esta riqueza?  La respuesta es rápida, pues resulta que hoy día China controla un tercio del refinado del níquel, más de la mitad del litio y cobalto y casi el 90 por ciento de las tierras raras, o sea que es el principal proveedor del mundo.

A partir de hoy viernes, Zelensky le da a Washington  lo que hay en Ucrania y además se irá con las manos vacías respecto a sus dos grandes exigencias.

Una es ingresar a la OTAN y la otra que Estados Unidos garantice su seguridad una vez finalizado el conflicto armado con Rusia. Trump le dijo rotundamente que no a ambas cosas, sobre todo a su eventual afiliación a la OTAN y,  en cuanto a su seguridad,  lo remitió al cobijo de sus “socios” de la Unión Europea. Una fuerte lección para Kiev de lo que es el capitalismo duro y puro.