
Ricarco Cabrisas y Dmitry Nikolaevich
Por: Roberto Morejón
El vicepresidente del gobierno de Rusia, Dimitri Chernyshenko, y el vice primer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, materializan los acuerdos entre las máximas autoridades de ambos países, de ahí las expectativas cuando se entrevistan.
Así lo hicieron en La Habana durante la vigésimo segunda Reunión de la Comisión Intergubernamental para la Colaboración Económico-Comercial y Científico-Técnica, oportunidad en la que se rubricaron 13 importantes instrumentos jurídicos, todo ello como parte de un diálogo productivo, franco y transparente.
Esa es la opinión de Ricardo Cabrisas, quien explicó en la mesa de negociaciones el alcance de la crisis económica doméstica, provocada esencialmente por el bloqueo estadounidense.
El archipiélago caribeño enfrenta obstáculos para avanzar en el plan de estabilización macroeconómica y el programa para corregir lo que el gobierno llama distorsiones, y reimpulsar la economía.
Con un acentuado déficit en generación de energía, a causa de la escasez de combustible y de financiamiento para mantenimientos capitales a termoeléctricas, a la tierra de José Martí le resulta decisivo contar con el apoyo de socios estratégicos, Rusia entre ellos.
Llamó la atención que la visita oficial del vicepresidente Chernyshenko no se circunscribió a La Habana, pues hizo una escala en Santiago de Cuba y en el archipiélago Jardines de Rey, emporio turístico, del que disfrutan viajeros rusos.
Si bien es una esfera clave, para los cubanos resulta trascendental asimismo la energía, en medio de un colosal programa para dotarse de fuentes de generación limpias.
Pero los apagones son aún recurrentes y las personas siguen con interés los informes sobre la asistencia material y técnica de Moscú.
Al parecer un eslabón clave de esa colaboración lo constituye el enclave petrolero de Boca de Jaruco, en la occidental provincia cubana de Mayabeque, en el que técnicos locales y rusos laboran para aumentar la recuperación de crudo, de tipo pesado.
Más allá del vital propósito se puso de relieve durante la reunión el entendimiento y los avances ruso-cubanos en materia de transporte, hoy con agudo déficit en la nación caribeña.
Se conoció sobre la presentación del primer vehículo ruso ensamblado en la mayor de las Antillas, preámbulo de un proceso similar para articular los de la marca WAZ.
A juzgar por los acuerdos y el ambiente amistoso en los encuentros en La Habana, se pone de relieve el interés por concretar planes, en el año del aniversario 65 del restablecimiento de los nexos diplomáticos con la entonces Unión Soviética.
Son alianzas sin repercusiones negativas para terceros.
Puntualizarlo resulta importante ante afirmaciones del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, acerca de que Cuba representa lo que llamó “una amenaza significativa” para la seguridad de su país, a causa de sus estrechas relaciones con adversarios como Rusia.
El vicepresidente Chernyshenko lo reafirmó en La Habana: Rusia continuará apoyando a Cuba económicamente y de forma humanitaria. FIN