Por Pedro García
Pocos dudan de que el recién estrenado 2016 signifique para Siria un año crucial desde el punto de vista militar, si la balanza continúa inclinándose a favor del Gobierno frente a los grupos terroristas.
Desde esa óptica, la combinación del apoyo aéreo de Rusia, el discreto pero presente respaldo iraní y la acción de las Fuerzas Armadas sirias demuestran que si los éxitos se suceden, quienes impusieron la guerra a este país tendrán que retroceder.
A esto se une cierto consenso internacional para que en enero, sin fecha fija aún, comiencen conversaciones en pro de la paz entre los bandos en pugna y menos recalcitrantes.
Pero esto no ha sido posible hasta la actualidad, cuando en el plano puramente militar, basados en confrontaciones de tipo irregular y algunas veces convencional, Siria ha demostrado firmeza y coraje para defender a casi la única nación del Medio Oriente cuya estructura política y social se mantiene.
Todo sucede a pesar de que los grupos terroristas emplean cada vez más los métodos de escudarse entre la población civil y destruir de manera brutal hasta instalaciones de una cultura ancestral.
El Ejército sirio asimiló tácticas y estrategias, si bien es cierto que a un costo elevado, pero que le permiten avanzar en cada uno de los casi 400 frentes de batalla, cortar líneas de abastecimiento y la logística de los enemigos, además de aislarlos en determinadas zonas.
Mandos seguros y confiables como los del general Issam Zahreddine o el coronel Suhail Hassan, levantan el ánimo de las tropas en acciones cerca de la ciudad de Alepo o en Deir er Zor, por citar solamente dos ejemplos.
A mediados del 2015, cuando el coronel Hassan logró romper el cerco sobre la base de Keweres, el presidente Bashar al Assad le expreso: Su fuerza, valentía y los sacrificios de los héroes que estaban con usted son un buen ejemplo de la fe del Ejército Árabe de Siria en la defensa de la tierra de la Patria y un ejemplo de sacrificio.
Ese fue el hombre que logró romper el cerco que aisló a la Alepo leal durante dos semanas. Pero sobre todo, fue el que liberó de una pesadilla a cientos de sus compañeros cercados durante año y medio en la prisión central de la ciudad. De los mil 200 hombres, entre soldados y presos que había, tan solo 450 salieron con vida.
Las acciones y actividades públicas de ambos altos oficiales en las regiones de combate son ampliamente divulgadas en sitios web o a través del canal en YouTube, de las Fuerzas Armadas sirias.
La esperanza por nuevos y permanentes éxitos debe incrementarse en este 2016 porque la fe, el amor a la Patria y el deseo de vivir en paz se refleja cuando cualquiera lee en regiones devastadas por los combates carteles donde está escrito: Siria, cuna de héroes. Al-Asad para siempre.
(Tomado de PL)