por Roberto Morejón
Varios gobernadores y empresarios agrícolas estadounidenses se inscriben entre las personas que con más insistencia promueven el acercamiento económico a Cuba, y por esa razón creció el número de sus visitas a La Habana.
Debemos recordar que nueve gobernadores enviaron una carta al Congreso de su país para pedir el levantamiento del bloqueo contra Cuba porque, dijeron, impide la normalización de las relaciones.
El último de los gobernadores en viajar a Cuba durante los pasados 12 meses fue el del Estado de Virginia, Terry McAuliffe, para convertirse en el cuarto en hacerlo en ese período.
El gobernador de Virginia abogó por la eliminación del boicot económico a Cuba y reconoció que la obligatoriedad del pago en efectivo y por adelantado, sin acceso a créditos, frena los intercambios entre La Habana y el vecino norteño.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, encabezó en abril pasado una misión comercial a La Habana integrada por su principal asesor económico, políticos y representantes de compañías.
Cuomo dijo entonces que en Cuba estaba en marcha un cambio y que Nueva York estaría allí para aprovecharlo.
Greg Aboot, gobernador del estado norteamericano de Texas, expresó aquí en diciembre el deseo de ese territorio de tener un comercio bilateral amplio con Cuba y se mostró activo al frente de una delegación integrada por funcionarios y directivos agrícolas.
Para evaluar posibilidades de intercambio comercial y colaboración llegó a esta capital en septiembre de 2015 el gobernador del estado de Arkansas, el republicano Asa Hutchinson, acompañado de unos 15 empresarios, fundamentalmente del área agrícola.
Con el mismo objetivo llegaron a La Habana en marzo último representantes de la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba, una agrupación de empresas que buscan vender libremente sus productos en un mercado tan cercano.
En septiembre, una delegación de granjeros, directivos agrícolas y académicos del estado de Carolina del Norte exploraron las oportunidades de intercambio después del restablecimiento de relaciones entre ambos países.
El diálogo con las autoridades y empresarios cubanos permitió a los visitantes estadounidenses conocer de primera mano cómo el bloqueo impide posibles intercambios e inversiones.
A su vez, se informaron sobre la óptica de Cuba de que el propio presidente de aquella nación, Barack Obama, quien aboga por el fin del boicot, adopte medidas profundas para vaciar de contenido las restricciones vigentes.
Los visitantes constataron el interés del gobierno cubano de ampliar los vínculos económicos con las empresas estadounidenses, pero en condiciones de igualdad y reciprocidad, con acceso a créditos y autorización a exportar, como es usual en el ámbito internacional.