Montevideo, 24 ene (PL) La férrea lucha de la derecha uruguaya por retomar el poder y destituir al Frente Amplio (FA) comenzó y será la principal estrategia de la oposición rumbo al 2019, cuando nuevamente ambos contendientes se medirán en las urnas.
"El escenario está listo. Los adversarios, también. En febrero comienza el combate", afirma hoy el periódico La República en un análisis del nuevo escenario de confrontación política.
La oposición uruguaya ya mostró sus cartas y "apuestan fuerte a 2019, y están dispuestos a jugarse por enteros para aprovechar la ocasión y sacar al FA del gobierno", reseña la publicación.
El diario señala que la derecha quiere aprovechar que "el viento de cola político de la región les favorece", para proyectar en el país la idea de que se abre un nuevo período histórico, por lo que "empezaron con todo la campaña y se irán endureciendo más, poco a poco".
Comentó que el ejemplo de Argentina, Brasil y Venezuela, cundió rápido en Uruguay y la derecha armó su estrategia.
La oposición no está dispuesta a darle ninguna tregua y se lo hizo saber claramente a Tabaré Vázquez en este primer año de gobierno, remarcó.
En ese sentido, mencionó que la oposición endureció su discurso para "atacar los puntos débiles de la gestión frenteamplista, detectar las grietas internas y utilizar todas sus herramientas mediáticas para exacerbarlas".
Ese es el "camino elegido para llegar a la sociedad, todos los días, con un discurso duro, y lo está logrando", puntualizó el medio de prensa.
Indicó que el 2016 "no será fácil para el Frente Amplio y no hay tiempo para tomarse vacaciones".
Este mensaje de confrontación de la derecha el FA "ya lo entendió y esta semana lo dejó claro" cuando varios de sus referentes denunciaron públicamente las intenciones de la oposición, aseveró La República.
El Frente estuvo lento de reacción, "las peleas internas eran más fuertes que las visiones colectivas, pero poco a poco, sus líderes comenzaron a despertar la alarma", apuntó.
Al respecto, se refirió a las declaraciones del expresidente José Mujica, quien alegó que "el Frente está necesitando revitalizarse, y debe cerrar filas para salir a afrontar la nueva circunstancia que plantea la oposición".
Están desatados, nunca vi una oposición que arrancara tan rápido como si ya estuviera en la recta final del camino a las elecciones, aseguró Mujica y expresó que el FA "no puede quedarse de brazos cruzados, eso sería una torpeza ante esta enorme agresión que degrada la construcción política".
Otro que salió al frente a las pretensiones de la derecha fue el senador Ernesto Agazzi, quien comentó que esa maniobra comenzó por Venezuela en 2014 y en Argentina tuvo también su impacto con fuertes puntos de confrontación durante las elecciones pasadas.
El legislador dijo no poder afirmar que eso sea programado porque "sería asignarle a los hechos políticos un espíritu maligno superior que parece estar digitando las cosas", aunque antes, opinó, "la oposición tenía una actitud de construcción"
Esa nueva forma de relacionarse políticamente es más de confrontación que de diálogo, sostuvo.