Por: María Josefina Arce
En su mayoría la sociedad norteamericana está a favor de que se levante el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero que desde hace casi seis décadas mantiene Washington contra el pueblo cubano y que aún hoy se mantiene a pesar del restablecimiento en julio pasado de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
De ahí que varios sectores estadounidenses trabajen para que se ponga fin a esa unilateral medida que impide una real normalización de los nexos bilaterales, afecta las relaciones comerciales internacionales e impide también a los norteamericanos viajar libremente a territorio cubano.
Por tanto, la organización estadounidense Engage Cuba, que representa a grandes grupos de negocios y organizaciones no gubernamentales y que promueve el levantamiento del cerco económico, creó un grupo de expertos para impulsar los vínculos entre ambos países.
El panel, denominado Consejo de la Política hacia Cuba, está integrado por especialistas de centros académicos y profesionales de diversos sectores que proporcionarán información y conclusiones sobre los desafíos y oportunidades de las relaciones entre los dos países, para que estas continúen hacia adelante, señala un comunicado de la entidad.
Esta es una de las tantas acciones que han tenido lugar en los últimos meses en territorio estadounidense para presionar al Congreso a se ponga fin a esa hostil y anacrónica política, que ha provocado pérdidas económicas al país caribeño por más de un millón de millones de dólares.
Recordemos que la Cámara estadounidense de Comercio anunció a fines del pasado año la creación del Consejo de Negocios Estados Unidos-Cuba como un paso más hacia la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales.
La Cámara, enfatizan los expertos, posee una capacidad de influencia increíble, pues constituye uno de los grupos más grandes de lobby político en la norteña nación.
Activos también han estado los agricultores estadounidenses, quienes de inmediato fundaron la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba y llegaron a La Habana con una nutrida delegación con el objetivo de explorar las oportunidades que ofrece el mercado cubano.
El secretario estadounidense de Agricultura, Tom Vilsack, quien también viajó a la capital cubana en noviembre pasado, estimó un mercado cubano importador de alimentos de mil 700 millones de dólares cada año y 11 millones de personas a solo 90 millas.
Muchas son las señales que corroboran el interés y deseo de diversos sectores estadounidenses de un levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que lleve a una real normalización de los nexos bilaterales y que beneficie a ambos pueblos.
Eliminar totalmente esa medida requerirá del voto del Congreso, que pese a que varios de sus miembros de ambos partidos han expresado su apoyo para derogarlo, muchos republicanos siguen escudados en anacrónicos argumentos que a lo largo de estos años han demostrado su total ineficacia.