Por: Roberto Morejón
El presidente francés, Francois Hollande, insistió en el deseo de su gobierno de “ir más lejos en el plano bilateral” con Cuba y subrayó la importancia de que Estados Unidos ponga fin al bloqueo contra el archipiélago caribeño.
Como parte de los honores rendidos al presidente cubano Raúl Castro al cumplir una visita de estado a Francia, Hollande destacó el papel que su país asume en el impulso de las relaciones bilaterales.
Francia ha desplegado acciones significativas en relación con Cuba en los últimos tiempos.
El país europeo se erigió en soporte para que se alcanzara el 12 de diciembre pasado un acuerdo sobre la deuda de Cuba con los países acreedores representados en el llamado Club de París.
Además de reiterar en todos los foros la demanda para el fin del bloqueo, Francia también se colocó en la primera línea de las negociaciones iniciadas en abril de 2014 entre Cuba y la Unión Europea.
Las conversaciones, que deben dejar atrás la llamada “posición común” tan injusta como trasnochada, desembocarían en un acuerdo de diálogo político y de cooperación.
Si fuera así se pondría término a un absurdo, pues Cuba es el único país de América Latina carente de instrumentos de colaboración con el bloque europeo.
Francia también quiere acompañar a Cuba en sus esfuerzos por actualizar su modelo económico, aumentar las inversiones extranjeras y tener acceso a fuentes crediticias, indispensables para financiar proyectos domésticos.
Es así que después de preconizar el acuerdo en el ámbito del Club de París, ahora el gobierno de Hollande pactó con La Habana la conversión de una parte de la deuda que Cuba aún sostiene con Francia en proyectos de desarrollo en la nación caribeña.
Otro documento permite al país europeo abrir en La Habana una oficina de la Agencia Francesa para el Desarrollo, institución financiera pública que podrá conceder préstamos.
Francia también enfila sus intereses hacia la infraestructura turística cubana después de que el número de visitantes de esa procedencia que llegó a este mercado en 2015 aumentara en 30 por ciento en relación con 2014.
Cuba y Francia profundizarán igualmente el comercio y la cooperación en la rama ferroviaria y la salud, en este último caso en el Caribe, una zona de especial significación para las dos naciones.
Sin dudas, los vínculos entre Cuba y Francia entraron en una nueva época desde la visita de Holllande a La Habana en mayo de 2015 y la del presidente Raúl Castro a París.
Como señalara el Jefe de Estado de Cuba, la relación amistosa, productiva y respetuosa que mantenemos demuestra que es posible proponernos metas y proyectos comunes que tributen al desarrollo de nuestras respectivas naciones y de toda la humanidad.