Por: Guillermo Alvarado

La noticia pasó casi sin levantar mucha atención, pero el hecho es que durante 2016 Venezuela tendrá la presidencia del Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas, entidad creada en 1961 con el objetivo de contribuir a erradicar ese flagelo que hoy día padecen muchos pueblos en todo el planeta.

Cuando se fundó la ONU en 1945 había en total 80 territorios bajo dominación colonial donde vivía casi la tercera parte de la población mundial de ese momento, es decir unos 750 millones de seres humanos.

En la actualidad restan por alcanzar su independencia y soberanía plenas 18 territorios, incluido Puerto Rico, sometido al régimen ambiguo de “territorio libre asociado” por Estados Unidos, que no es sino una forma disfrazada de dominación.

Tras conocerse la designación de Venezuela al frente de este importante órgano, el embajador de la República Bolivariana ante la ONU, Rafael Ramírez, aseguró que su país asumirá el desafío del colonialismo con el espíritu de Hugo Chávez y del Libertador Simón Bolívar, dos símbolos de la independencia y la libertad.

Recordó Ramírez que ese flagelo continúa vigente, en abierta violación a los principios de la autodeterminación y soberanía de los pueblos y constituye una mancha en la conciencia de la humanidad.

Precisamente el 27 de febrero, se conmemoró el 40 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharahui Democrática, cuyo anhelo de independencia aún está incumplido por la ocupación de Marruecos de la mayor parte de su territorio.

Bajo el yugo español durante más de un siglo, que incluso llegó a convertirla en una provincia a partir de 1957, el también conocido como Sáhara Occidental quedó bajo control de Marruecos en 1979, al renunciar Mauritania a la parte de que se había apropiado cuando España se retiró de esa región del norte africano en 1976.

De acuerdo con el Frente Polisario, organización que lidera la lucha por la soberanía plena de la República Árabe Saharahui, hay en la actualidad 84 países que reconocen su independencia.

En nuestro continente, además de Puerto Rico, otro punto neurálgico lo constituyen las Islas Malvinas, un archipiélago que forma parte de Argentina, pero está en manos del Reino Unido desde que el 2 de enero de 1833 la fragata británica HMS Clío desembarcó allí sus tropas y abusivamente tomó posesión del territorio.

En abril de 1982 las fuerzas armadas argentinas iniciaron la recuperación de las Malvinas, lo que dio lugar a una guerra donde el Reino Unido hizo un uso desproporcionado de la fuerza y Estados Unidos traicionó la letra y el escaso espíritu del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca al ponerse al lado de la potencia colonial extracontinental y propiciar así la derrota de un país latinoamericano.

La presidencia venezolana del Comité de Descolonización de la ONU insufla nuevas esperanzas a los pueblos que viven bajo ocupación extranjera, así como a todos los que en este mundo se esfuerzan por hacer realidad los ideales de la igualdad plena de derechos y la construcción de un nuevo modelo de convivencia internacional, donde primen la justicia y la solidaridad sin reservas de ninguna clase.