Por: Roberto Morejón
Campesinos, técnicos y trabajadores de las fábricas o ingenios azucareros cubanos se empeñan en atenuar los efectos negativos causados por fenómenos meteorológicos y climáticos a la presente zafra.
La cosecha 2015-2016, iniciada en noviembre último, afronta las consecuencias de una temporada invernal con lluvias asociadas por encima de lo habitual, precedida de una intensa sequía.
Incluso, algunos centrales azucareros iniciaron la molienda con atrasos durante la llamada zafra chica, en noviembre y diciembre de 2015.
La industria procesadora reportó rendimientos bajos de azúcar por la alta humedad en las plantaciones.
Por ese mismo origen, algunos ingenios debieron parar la trituración por falta de materia prima ante la imposibilidad de los cortadores manuales y de las máquinas cosechadoras de adentrarse en campos anegados.
Si bien las lluvias de este invierno más frío de lo habitual disminuyeron en los últimos días, el fenómeno climático conocido como El Niño ha hecho de las suyas en la agricultura cubana, al igual que en otras partes del mundo.
Durante el período de lluvias de marzo a octubre de 2015 fueron escasas las lluvias hasta alterar el abasto de agua a ciudades y poblados, a causa del deficitario llenado de los embalses.
Como resultado de los fenómenos naturales apuntados, los expertos rebajaron las estimaciones de disponibilidad de caña para la presente zafra.
Explicaron los entendidos que la gramínea tiene menores crecimientos en algunas plantaciones en relación con lo normal para esta época del año, la óptima para la producción del dulce.
Los labriegos y los obreros de los centrales azucareros se vieron obligados a aumentar las labores de corte, alza, tiro y proceso de la caña, al mejorar las condiciones meteorológicas.
Directivos del grupo azucarero AZCUBA, rector de la industria, instaron a las fuerzas participantes en la recolección a garantizar la mayor disciplina, organización y eficiencia, pues para lograr una tonelada de crudo habrá que emplear más materia prima.
A pesar de las adversidades, Cuba tiene previsto en los próximos años inversiones por el equivalente de 173 millones de dólares, fundamentalmente por concepto de importaciones, a fin de garantizar el desarrollo de la rama azucarera.
A la actual cosecha se incorporaron nuevas cosechadoras brasileñas de alto rendimiento así como carretas, remolques y camiones para potenciar el tiro de caña directa hacia los ingenios.
La producción azucarera ha crecido modestamente en los últimos cinco años y se trabaja para mantener la tendencia aún en medio de condiciones complejas por el carácter cambiante del clima.