Por: María Josefina Arce
América Latina se ha trazado como meta diversificar y ampliar sus relaciones de colaboración con el sudeste asiático, que en los últimos años se ha posicionado como una de las regiones económicas más dinámicas del mundo.
Gracias a estrategias de crecimiento orientadas al comercio internacional, los estados miembros de la ASEAN, Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, han registrado un desempeño económico favorable.
Con más de seiscientos millones de habitantes, los países que conforman esa asociación, nacida en 1967 en Bangkok, Tailandia, han experimentado crecimientos de sus economías superiores al 5 por ciento.
Del 6,3 por ciento de las exportaciones a nivel mundial son por demás, responsables estas naciones, que hoy son vistas como una formidable oportunidad de negocios.
Es así que por ejemplo, las inversiones chinas en la zona se han multiplicado con creces en las últimas décadas.
Con este favorable panorama, América Latina también apuesta por convertirse en un importante socio de las naciones del Sudeste Asiático.
Ya en el plano bilateral varios países latinoamericanos han promovido el acercamiento con la ASEAN, conformada por Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam.
Pero el interés es mutuo, pues las naciones asiáticas también buscan estrechar sus vínculos con Latinoamericana, que igualmente en los últimos años ha registrado un repunte económico y ha sacado de la miseria a millones de personas, gracias a la gestión de gobiernos progresistas.
Y el hecho es que a pesar de algunos obstáculos como la distancia geográfica, el comercio entre ambas regiones ha tenido un alza, muestra del interés de empresarios y gobiernos por dinamizar los mercados y comenzar un intenso proceso de reforzamiento de lazos comerciales.
No obstante, aún no se explotan al máximo las potencialidades de ambas partes y el intercambio no alcanza las cifras deseadas, de ahí que Venezuela sea sede por estos días de la Reunión Regional sobre Relaciones Económicas con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
El encuentro tiene como objetivo evaluar las oportunidades y retos de América Latina y el Caribe para impulsar y diversificar las relaciones económicas con los países miembros del organismo asiático.
Por demás, el SELA, Sistema Económico Latinoamericano y Caribeño, estima que en 2016 continúe la desaceleración de los mercados emergentes; de ahí la importancia de estrechar los vínculos entre ambas regiones para potenciar su crecimiento económico y el bienestar de sus pobladores.