Por: María Josefina Arce
Durante su reciente visita a La Habana el presidente norteamericano, Barack Obama, tuvo que reconocer los logros de Cuba en materia de salud, de los que como otros pueblos no puede beneficiarse el norteamericano por el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por más de 50 años.
Entre los productos cubanos conocidos a nivel internacional y que no llega a los pacientes estadounidenses está el HEBERPROT-P; que ha beneficiado ya a más de 220 mil personas con úlcera de pie diabético de una treintena de países, desde que comenzó su aplicación en 2008 hasta enero pasado.
La Federación Internacional de Diabetes alerta que esa enfermedad afecta actualmente a más de 415 millones de personas en el planeta, cerca de la mitad de los pacientes no puede controlar sus niveles de azúcar en sangre con los medicamentos actuales, las dietas y los ejercicios, por lo cual se incrementa el riesgo de las complicaciones.
En Estados Unidos la cifra de diabético sobrepasa los 25 millones de personas y en 2012 esta enfermedad costó al sistema de salud del país más de 240 mil millones de dólares, según un análisis de la Asociación Americana para la Diabetes.
De acuerdo con las estadísticas, uno de cada tres dólares del programa de salud Medicare se gasta en la diabetes, una enfermedad que se ha convertido en un reto para las autoridades sanitarias.
El HEBERPROT-P está registrado actualmente en 21 naciones y constituye un producto de la biotecnología cubana sumamente eficaz y con resultados alentadores.
De hecho en Rusia ha sido incluido en el cuadro básico de medicamentos esenciales para el tratamiento de las úlceras del pie diabético, y en estos momentos existe un programa piloto de incorporación de esta terapia en varias regiones de esa nación euroasiática.
En Cuba y hasta febrero último suman más de 51 mil las personas tratadas con ese producto de la biotecnología nacional, único de su tipo en el mundo y cuya eficacia ha sido reconocida por las autoridades sanitarias de varios países.
Con el uso del Heberprot-P sólo en la Mayor de las Antillas se evita anualmente más de dos mil 200 amputaciones.
El bloqueo norteamericano ha impedido hasta el momento que los estadounidenses se beneficien con este fármaco cubano que en la actualidad de extiende por el mundo y tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes de diabetes.
El proceso de acercamiento que viven hoy Cuba y Estados Unidos abre nuevas posibilidades para la cooperación bilateral, esperemos que una de ellas sea la llegada al sistema de salud norteamericano del HEBERPROT-P para beneficio del pueblo de la norteña nación.
